Jon Snow nos cautivó en Game of Thrones por la valentía y bondad con la que trataba a los demás, por sus espectaculares saltos y golpes de espada, su amigo y compañero lobo llamado Ghost y otras mil cosas buenas más que le convirtieron en uno de nuestros personajes de ficción favoritos. Pero detrás de Snow, se encuentra Kit Harington. El actor que le dio vida desde el comienzo de la serie y que, ahora, ha abordado por primera vez su decisión de ingresar en una clínica tras terminar en 2019 la última temporada. Su meta era seguir un tratamiento por “problemas personales”.
Se trata de unas declaraciones que ha hecho recientemente en el programa The Jess Cagle Show, donde ha puesto sobre la mesa la gran presión que implicó ser protagonista de una de las series más populares de la historia. “Si soy honesto, tengo que decir que pasé por algunos problemas de salud mental durante y después de Game of Thrones. Y creo que tuvo que ver directamente con el tipo de serie que era y los años que pasé en ella”, aseguró Harington al hablar de unos hechos que le empujaron a querer hacerse un favor a sí mismo muy necesario entonces: tomarse un descanso.
¿La razón? Tras el desenlace del universo de dragones y reyes y reinas que asesinan a toda costa, le perseguía con mucha fuerza la necesidad de alejarse del mundo y del “ruido”. En el programa no pudo dejarlo más claro: “Me dije ‘no quiero trabajar durante un año. Quiero concentrarme en mí mismo’. Estoy muy feliz de haberlo hecho”. A pesar de ello, también reconoció que esa decisión no fue nada fácil. Al principio de estar encerrado en el centro, tuvo ansiedad y se sentía extraño porque estaba aislado y no podía ver a los suyos. Luego, por si ya no hubiese pasado bastante, cuando quiso volver a las pantallas, llegó el virus.
“Justo cuando quería volver a trabajar la pandemia golpeó muy fuerte y fue como: ‘Oh, por el amor de dios’”, contó el actor haciendo referencia a la serie Modern Love, donde interpreta en un capítulo a un hombre que trata de localizar a una mujer que conoció en un tren antes del estallido de la pandemia Sí, algo parecido a esas efímeras historias de amor prepandémicas que no terminaron como se esperaba porque nadie esperaba que una pandemia nos petara en la cara. Pero no nos desviemos del tema y sigamos con Harington, que aún nos queda historia. “Hacer ese episodio de Modern Love supuso no tener que estar tanto tiempo en un lugar tan intenso. ¿Por qué no hacer algo más ligero? ¿Algo divertido? Eso fue lo que pensé”, agregó en el programa The Jess Gagle Show.
A pesar del difícil viaje en el que se ha convertido en los últimos años la vida del actor, en la misma entrevista reconoció que, obviamente, no todo fue malo. Primero de todo, porque el tiempo de descanso le permitió pasar más tiempo con su hijo y su mujer, Rose Leslie, quien en la serie había dado vida a la maravillosa salvaje Ygritte. Segundo, porque en Game of Thrones conoció a Leslie: “Mi hijo es un resultado directo de Game of Thrones. Además, mantengo muy buenos amigos de la ficción”. Y tercero, porque por muy duro que fuese ser Snow, el algunos momentos fue consciente de la gran suerte que tenía. Un ejemplo es cuando, rodando una escena en un glaciar de Islandia, pensó: “He conseguido el mejor trabajo del mundo”.