La semana pasada 700 mujeres y niños secuestrados por el grupo yihadista Boko Haram, adherido al Estado Islámico, fueron liberados a manos de las Fuerzas Armadas de Nigeria en el bosque de Sambisa, Nigeria. Ayer se supo que almenos 214 mujeres y niñas que fueron liberadas de las garras del grupo terrorista, están embarazadas. Han relatado su secuestro a varios medios internacionales desde al campo de refugiados de Yola, donde fueron trasladadas. Un cautiverio inhumano a manos del grupo terrorista más sanguinario de África: un infierno sobre la tierra.
La dictadura del horror de Boko Haram
La mayoría de las mujeres liberadas llegaron al campo de refugiados demacradas, agotadas, enfermas y con evidentes síntomas de malnutrición tras varios meses de secuestro. Sufrieron violaciones constantes, convirtiéndose en las esclavas sexuales de los secuestradores, y unas 200 mujeres y niñas se quedaron embarazadas. "Me convirtieron en un objeto sexual. Hacían turnos para acostarse conmigo. Ahora estoy embarazada y no sé quién es el padre”, contaba Asabe Aliyu, de 23 años, al periódico nigeriano Daily Times. Muchas mujeres fueron forzadas a casarse con guerrilleros: "Me dijeron que cuando alumbrara al bebé me casarían con uno de sus comandantes", explicó Alami Musa, de 17 años, a la BBC.
La violencia era diaria. Las golpeaban e insultaban constantemente y cada día moría alguna de ellas, "sólo esperábamos que llegara nuestro turno", explicó Asabe Umaru. Otra joven, Asabe Aliyu contaba que cualquier "error" era castigado con la muerte. Algunas de ellas fueron obligadas a presenciar los asesinatos de sus maridos o padres, acusados de infieles por los milicianos de Boko Haram.

Rescate sangriento
El rescate del Ejército nigeriano acabó con la vida de varias secuestradas. "Cuando vimos llegar a los soldados levantamos nuestras manos y pedimos ayuda a gritos. Los guardianes de Boko Haram nos exigieron que fuéramos con ellos y como nos negamos, empezaron a apedrearnos", contó Asabe Umaru a la agencia Reuters. "Pegué a mi bebé contra mi estómago para protegerlo y me encogí. Algunas murieron por las piedras”, aseguró Lami Musa. Otras fallecieron atropelladas por los tanques del mismo Ejército nigeriano, pensándose que eran enemigas del Gobierno.

Traumas psicológicos
"La mayoría de ellas precisan de atención médica y psicológica especializada urgente, tras haber estado sometidas a un enorme estrés y trauma psicológico", ha contado el doctor Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Por eso, el Gobierno nigeriano y las Naciones Unidas han puesto en marcha un equipo de 60 consejeros de las mismas comunidades para ayudar a las niñas y mujeres a superar el trauma psicosocial antes de reintegrarse de nuevo en la sociedad.
La guerra religiosa de Boko Haram
Amnistía Internacional estima que los terroristas han secuestrado a más de 2.000 mujeres y niñas desde 2014, obligadas a ser sus esclavas sexuales, cocineras, obligadas a casarse con los combatientes y vendidas para matrimonios forzosos. De momento, no hay noticias de las 219 alumnas de Chibok que fueron secuestradas en abril de 2014.
Boko Haram apoya abiertamente el terrorismo contra la población civil, con 5.500 civiles asesinados y pueblos enteros arrasados, con el convencimiento de establecer la Sharia, la ley musulmana, en toda Nigeria. El grupo terrorista persigue a todos los infieles indiscriminadamente, sobretodo en el sur del país, donde vive una proporción de cristianos.
Crédito de la imagen: Reuters