Han pasado apenas unos días desde que la sala segunda de la Audiencia de Navarra dictase la sentencia del caso de La Manada. Los cinco jóvenes sevillanos, acusados por la defensa de violar a una joven en las fiestas de San Fermín de 2016, fueron finalmente absueltos de agresión sexual y condenados a nueve años de prisión cada uno por un delito de abuso sexual continuado. La diferencia entre ambos delitos, a efectos penales, es enorme. Y buena parte de la sociedad, desde la esfera política a las redes sociales, ha la sentencia del caso de La Manada.
La última voz en alzarse públicamente ha sido anónima. Una carta divulgada por el diario Digital de León, recogida del perfil de Facebook de Sandra. H.S y dirigida a la novia del agente de la Guardia Civil condenado, Antonio Manuel Guerrero, quien se encuentra embarazada. En ella, entre otras cosas, se cuestiona la naturaleza de la relación entre la pareja: "Me gustaría saber si acudiste a este vis a vis con la intención de quedarte embarazada, es más, me gustaría saber incluso si tenías la intención de tener sexo con él, porque con los datos que tenga la verdad es que no me cabe en la cabeza", reza el mensaje.
Dura y directa, la carta también recoge el sentimiento de frustración que ha generado el fallo judicial en muchos sectores de la sociedad: "Espero sinceramente que sea una niña y que nunca se encuentre en la vida con un individuo como su padre". Y, aunque la misiva se muestra crítica con la novia embarazada del condenado por apoyarlo durante el juicio, tiene un mensaje final de apoyo para ella: "Me pregunto si te das cuenta de lo miserable que tu vida va a ser con un individuo como este y si encontrarás la manera de liberarte de él. Espero que sí. Estaremos todas contigo si lo haces".