Es hora de hacer las maletas tras el erasmus... ¿o no?

Volver a España, donde la crisis y el paro están azotando a todo un país y, en especial, a los jóvenes. Sinceramente, no se presenta nada halagador.

Final de junio, se acaba el curso académico en prácticamente toda Europa y los Mileniales que han poblado sus ciudades para estudiar durante un año gracias una beca Erasmus tienen que marcharse a sus puntos de partida... o quizá no. Muchas maletas están listas y las paredes llenas de recuerdos comienzan a quedarse en blanco, ¿para qué? Volver a España, donde la crisis y el paro están azotando a todo un país y, en especial, a los jóvenes. Sinceramente, no se presenta nada halagador.

Por ese motivo, muchos Mileniales se replantean si quedarse o seguir en esos destinos. El Erasmus es único, independientemente de la fiestas, los viajes, los amigos, la experiencia personal, la oportunidad de sumergirte en una cultura y un idioma diferentes... ¿Por qué? Porque, por desgracia, te hace darte cuenta de lo que tienes en un país y en otro. Hablamos del futuro, y, por mucha pena que dé, es innegable que España tiene las de perder en cualquier comparación que hagamos. La tasa de paro entre los jóvenes es del 50% y los que tienen trabajo se reduce a un contrato temporal o en prácticas; pocos son los afortunados que gozan de un buen puesto. Ya no basta con tener un buen currículum, sino que más bien es casi una lotería.

¿Quién no tiene amigos que hayan emigrado a Alemania, Inglaterra, Francia... en busca de un futuro mejor? Es triste verte obligado a abandonar tus orígenes, pero a veces es la única opción si realmente quieres dedicar tu vida a hacer lo que te gusta. Si estás de acuerdo con esa filosofía, puede que haya que derribar las barreras laborales para progresar en la vida y sentirte bien tanto personal como profesionalmente; pero no cabe duda de que a veces el precio que toca pagar es muy alto por tener que dejar todo atrás.

Ahora ha llegado el momento de reflexión de muchos Mileniales que terminan su Erasmus y a los que les llega la hora de volver. Algunos habrán terminado la carrera en el extranjero y tendrán un impedimento menos para tomar esa decisión; en cambio, otros se verán forzados a regresar porque antes deberán cumplir con sus obligaciones y acabar los estudios. Nunca se pierde el afecto por el país que te acoge de Erasmus, y hablo desde la experiencia personal. Y si las cosas no mejoran o la situación laboral sigue dando la espalda, puede que regresar a España tan solo sea un paréntesis para una nueva experiencia más adelante.

Crédito de la imagen:lavanguardia.com