La nueva medida ha sido anunciada por la ministra de Empleo Fátima Báñez: el Gobierno ofrecerá un complemento salarial de 430 euros al mes a aquellos jóvenes menores de 30 años que no estudien ni trabajen, durante un plazo máximo de año y medio. Se implementará así un presupuesto de 500 millones de euros, ya contemplado en los presupuestos de 2017 pero todavía sin aplicar, buscando ayudar a los llamados 'nini' españoles, y que nace del acuerdo de investidura firmado por el Partido Popular y Ciudadanos.

Además de no rebasar la barrera de los 30 y de encontrarse desocupados, los jóvenes que quieran optar a esta ayuda deberán inscribirse en el sistema europeo de Garantía Juvenil y aceptar un contrato de formación y aprendizaje. Con ello, se pretende también que aumente el número de personas registradas en este programa; actualmente, cuenta hoy con 608.000 inscritos –un 20% de las personas entre 16 y 30 años que no estudian ni trabajan, según las cifras de 2016– de los que 206.000 ya han firmado un contrato, según la ministra.
Esta ayuda ha suscitado aplausos y críticas desde el mismo momento de su anuncio. Albert Rivera, líder de Ciudadanos, proclamaba a través de su cuenta de Twitter que "mientras unos hacen mociones sin apoyo, Ciudadanos consigue el complemento salarial de 430 Euros. Esto son cambios". Del otro lado, el Twitter se mostraba escéptico, tachando la solución propuesta por el Gobierno de "parche" para no afrontar el problema del paro juvenil con seriedad. Además, el Twitter afirmaba, tras haber calculado la presumible incidencia real de la medida, que tan solo servirá de espaldarazo al 4% de los jóvenes españoles que no estudian ni trabajan.
Por el momento, la nueva fórmula de ayuda está en fase de debate con los agentes sociales y las comunidades autónomas, por lo que la ministra ha pedido paciencia para conocer sus detalles definitivos. ¿'Cheque' propagandístico o medida efectiva? Habrá que esperar para determinar en qué se traduce realmente lo que por el momento es tan solo un anuncio dirigido a la sociedad que arrastra una tasa de paro juvenil que, a 31 de diciembre de 2016, se situaba en el 42,91%.