Ni siquiera el mismísimo padre del surrealismo, Salvador Dalí, podría haber imaginado en uno de esos extrañísimos sueños que solía plasmar en su pintura que se convertiría en padre 28 años después de su fallecimiento. Este mismo lunes, Salvador Dalí para la obtención de muestras con las que realizar una surrealista prueba de paternidad.
“Es necesaria la prueba biológica de investigación de la paternidad de Maria Pilar Abel Martínez respecto de D. Salvador Dalí Domenech”, ha indicado la jueza en un auto en el que se exhorta al Juzgado de Figueres Girona, ciudad natal del pintor, a proceder a la exhumación del cadáver al "no existir restos biológicos ni objetos personales sobre los cuales practicar la prueba por el Instituto Nacional de Toxicología”.
El origen de la sonada decisión está en la demanda presentada en 2015 por Pilar Abel, una conocida pitonisa y tarotista de 61 años que en 2008, en el programa Factor ADN de Telecinco, ya había denunciado ser la hija ilegítima del pintor. Según su versión, cuando Abel tenía apenas ocho años, su difunta abuela le contó cómo su madre se quedó embarazada del artista cuando trabajaba como niñera de una familia adinerada de Cadaqués que residía a escasos metros de la casa de Dalí.
Sin embargo, esta versión jamás pudo ser confirmada puesto que esta señora, la abuela de Abel, padece Alzheimer en la actualidad. Así que la única manera de salir de dudas será mediante la prueba de paternidad que se realizará sobre el ADN que será extraído de los restos del pintor. Las consecuencias pueden ser enormes, ya que Dalí legó todo su patrimonio al Estado español y, en caso de comprobarse su paternidad, tanto el Ministerio de Hacienda como la Fundación Gala-Salvador Dalí deberán restituir la parte legítima de la pitonisa.