Aprovechando el masivo desplazamiento de los refugiados de Siria, país que vive una cruel guerra, los combatientes del autodenominado Estado Islámico se están haciendo pasar por esos pobres ciudadanos que tratan de escapar de las bombas y los tiroteos de su país. Ven en ese camino la posibilidad de entrar en Europa fácilmente, sin tener que pasar ningún tipo de control que pudiera levantar sospechas. Una vez en Occidente, los terroristas no tienen problemas para moverse entre países gracias al espacio Schengen, el cual permite la libre circulación entre las naciones que firmaron el acuerdo.

Es por ese motivo que el Centro Europeo contra el Terrorismo, que pertenece al Europol, ha creado la figura de los guest officers, policías expertos en terrorismo que vigilarán los campos de refugiados, las entradas a la Unión Europea. Actualmente hay unos 50 agentes repartidos entre Grecia e Italia, aunque se espera llegar hasta 200 después d verano; cualquier policía de los países de la UE puede presentarse como voluntario. Su objetivo es, por un lado, acabar con los traficantes de personas y, por el otro, detectar a potenciales terroristas que puedan estar aprovechando estos movimientos de personas para entrar en Europa.
"Los sospechosos de terrorismo también utilizan estos canales para moverse dentro y fuera de Europa. La lucha contra estos movimientos es ya una prioridad para la UE y los Estados miembros implicados. Con esta importante decisión la Europol reforzará significativamente sus capacidades para apoyar a las autoridades en este trabajo crítico para salvaguardar nuestras fronteras ", ha asegurado Rob Wainwright, director de la Europol. Para esta nueva figura, la colaboración entre países ha de ser continua y todos deben remar en la misma dirección. Veremos si son capaces de hacerlo.
Objetivo, dar caza al terrorista
El Estado Islámico aseguró en septiembre haber infiltrado a 4.000 yihadistas entre los refugiados sirios, entre ellos tres de los terroristas que atentaron en París en el mes de noviembre. Ello genera desconfianza hacia los refugiados, ya que uno no sabe si está ante una persona que escapa de la cruel guerra que ocurre en su país o ante un radical islámico que aprovecha la situación desesperada de muchos y la humanidad de gran parte de Europa para meterse en nuestras casas.

Por esta razón se ha creado la figura de los guest officers, los cuales se desplazarán al país que pida ayuda para trabajar conjuntamente con los policías nacionales con el objetivo de encontrar a los yihadistas infiltrados. Una labor muy complicada, ya que hay miles de las personas en los campos de refugiados, pero una buena acción que puede disminuir la entrada de terroristas del Estado Islámico en Europa. No va a ser fácil dar con los radicales entre tanta multitud, pero al fin se acierta con una decisión que, si se lleva a cabo correctamente, frenará a los miembros del ISIS, que hasta ahora se movían sin demasiados problemas por el continente. Ya era hora de tratar de parar una práctica que los terroristas llevan haciendo al menos dos años.
¿Y con los refugiados qué? Hay que buscar una solución rápida, puesto que malviven en unas condiciones pésimas y los yihadistas escondidos tratan de jugar con su desesperación para que se unan a la causa terrorista. Además, se calcula que unos 10.000 niños refugiados han desaparecido desde el inicio del desplazamiento masivo de los sirios hacia Europa. Los guest officers deberán emplearse a fondo para acabar con el asqueroso negocio del tráfico de seres humanos y destapar a los terroristas cuanto antes y evitar, además de un posible futuro atentado, que el número de integrantes del Estado Islámico dentro de Europa crezca. Muchas vidas están en juego. Quién sabe si también la nuestra.