Muchos viven con sus parejas pero prefieren decir que están solteros. Otros responden con evasivas cuando los compañeros les preguntan cuándo van a traer a su novia o novio a la cena de empresa. Algunos siguen el juego del coqueteo para no levantar sospechas, a pesar de llevar años casados. ¿Por qué? Porque, en realidad, son homosexuales. Pero no lo hacen público en el trabajo, aunque sus amigos y familiares lo sepan. Prefieren pasar inadvertidos para no convertirse en ‘el chico gay de contabilidad’ o ‘la lesbiana de administración’. Porque temen incluso exponerse a miradas reprobatorias de algún superior trasnochado. Y se ven condenados a mantener, de nuevo, una doble vida.

Pero esto no es una realidad universal. Cada vez más empresas se declaran abiertamente LGBT friendly, e implementan políticas de inclusión en sus oficinas para garantizar que nadie arrastre un estigma por su orientación sexual, del mismo modo que ningún trabajador debe sentirse discriminado por sufrir alguna discapacidad o por ser extranjero. “Nosotros creemos que las empresas no son ONG, que son negocios y quieren generar resultados pero, independientemente del grado de sensibilización, es innegable que poner en práctica determinadas acciones se traduce en un incremento potencial de los beneficios”, afirma Jokin Egaña, director del grupo Empresas Gay Friendly, una consultora dedicada a ayudar a las compañías en las labores de integración del segmento LGBT.
El grupo EGF lanzó en 2013 la primera guía española de empresas respetuosas con el colectivo homosexual, bisexual y transexual. Desde entonces, más de 1.500 firmas se han adherido a la iniciativa, colocándose del lado de las políticas que promueve. Porque, si bien en países como Estados Unidos esta tendencia tiene un mayor arraigo, cada vez son más los negocios españoles que toman conciencia. “Tradicionalmente, a nuestro colectivo se le vincula únicamente con el ocio, el culto al cuerpo y el sexo, pero a nosotros también nos gusta la cultura, la tecnología, la ciencia o la política”, afirma Egaña, que se lamenta de que España, a pesar de tener una de las legislaciones más avanzadas del mundo en este aspecto, todavía vincule a los gais con la vida ‘licenciosa’.

“A pesar de que las iniciativas que pueden aplicar empresas grandes son diferentes a las que pueden implementar otras más pequeñas, cualquiera puede actuar en la medida de sus posibilidades”, reflexiona Egaña. Y para ilustrar esta realidad, le pedimos que nos enumere algunas de estas firmas, tanto puramente españolas como delegaciones de multinacionales extranjeras.
IBM España
La marca de informática lleva a cabo políticas de inclusión de la diversidad desde 1953 y, en 1997, igualó los beneficios laborales de todos los trabajadores, independientemente de su orientación. Hace tres años, en 2014, lanzó un programa de apoyo directo al colectivo LGBT y patrocina de forma usual eventos dirigidos al colectivo.
Levis

Ya en los años 80, la marca de ropa vaquera financió abiertamente a varias organizaciones que luchaban contra el SIDA. Además, en 1992 se convirtió en la primera empresa que ofreció beneficios igualitarios a sus trabajadores y fue también la pionera en incluir por escrito políticas de no discriminación hacia los gais y lesbianas.
Nielsen
Esta empresa de análisis de mercados cuenta en España con el grupo Pride, integrado por los trabajadores LGBT de la compañía, para normalizar su condición haciéndola visible. Su director, Javier Naranjo, explica que "la visibilización es la única herramienta útil que existe; solo hablando de algo consigues darlo a conocer y normalizarlo". Desde el departamento que coordina, importado de la central de Estados Unidos, Naranjo trabaja con su equipo varios sentidos: "La formación sobre los temas que tienen que ver con el colectivo; poniendo en marcha políticas para atraer el talento, informando a los trabajadores y aspirantes de que Nielsen es una empresa inclusiva y procurando ahondar en la visibilidad externa, buscando también el compromiso de los proveedores y clientes". Además, el experto en recursos humanos subraya que han logrado dar un paso más superando las acciones más 'tradicionales', "logrando implicar a toda la plantilla, incluyendo a los altos directivos de la compañía".
Ikea

La archiconocida marca de mobiliario ha expuesto sus valores en forma de anuncios publicitarios en varias ocasiones. En pleno debate sobre la legalización de las uniones civiles entre personas del mismo sexo en Italia, Ikea lanzó un spot en el que, jugando con la clásica llave allen, hacía referencia a familias de todo tipo.
Kodak
También desde el plano publicitario, Kodak ha apostado por normalizar el amor entre personas del mismo sexo. En diciembre del año pasado, lanzó un cortometraje en el que narraba la historia de dos adolescentes bajo el slogan ‘Momentos que capturan tu amor’.
La Sepulvedana
Una de las primeras empresas de transporte de España que cuenta con el sello gay friendly. Esta firma de autobuses asumió en 2015 el compromiso de promover las leyes de igualdad en el plano interno de su empresa, tratando además de acercar la compañía al público LGBT.

Pero, ¿cómo se traducen estas políticas? Porque tal vez una empresa cuente con el sello pero, ¿cómo se garantiza que no es únicamente una estrategia publicitaria, una manera de acceder a un nuevo nicho de mercado? “Nosotros elaboramos un decálogo de buenas prácticas que toda compañía debe cumplir si quiere ser respaldada y valorada”, explica Jokin Egaña, que añade: “Solo siguiendo estos preceptos, las empresas pueden mantener esta categoría”.
El Grupo EGF organizó el año pasado su primer congreso nacional, contando con directivos de multitud de compañías. La nueva cita está fijada en mayo y se celebrará en Barcelona, donde se reunirán directivos de empresas multinacionales, expertos en recursos humanos y ejecutivos de marketing para poner en común los avances logrados y ahondar en nuestras políticas de inclusión. Todo con el objetivo de que la lista de empresas LGBT friendly se amplíe año tras año. Y, más allá, para que este listado termine por desaparecer, algo que significará que todas las empresas han tomado conciencia y que ya nadie tiene que fingir con sus compañeros de mesa ser algo que, en realidad, no es.