Todos los niños tienen grandes sueños, pero no todos son como Elon Musk. En realidad este físico y economista afincado en Los Ángeles ha cumplido los sueños de mucha gente, porque se ha enfrentado a muchos de los grandes gigantes del sistema de poder actual.
A todos nos suena actualmente PayPal, y muchos aspiramos a conducir algún día un coche TESLA sin tener que dejarnos los extras de fin de mes en gasolina. Las dos empresas son de este gran hombre que ha inspirado la figura cinematográfica de Iron Man. Pero sus éxitos no se quedan ahí. Uno puede anhelar cambiar el mundo, pero Elon Musk ambiciona llegar a las estrellas.

Su gran proyecto Space X hace pocos días consiguió un increíble logro: devolver a la Tierra una nave que había lanzado al espacio, de manera que pueda utilizarse más veces.
"La humanidad evolucionó por millones de años, pero en los últimos sesenta años nuestro armamento nuclear trajo consigo la posibilidad de extinguirnos a nosotros mismos. Tarde o temprano, debemos expandir nuestras vidas más allá de esta bola verde y azul o nos extinguiremos".
Musk hace recuperar la fe en la humanidad, pero no por haber llegado tan lejos, y nunca mejor dicho, sino sobre todo por la actitud que tiene con el éxito. Sus proyectos ayudan al progreso, mientras reducen los abusos del poder. Lo difícil de luchar contra un poder corrompido es no convertirse en corrupto por el camino. Aunque no tenemos pruebas para afirmar que Musk no haya caído, pero al menos hay gestos muy significativos: en vez de patentar sus productos, ha abierto los códigos para que cualquiera pueda competir con él.
Otros puntos a favor de Elon Musk se pueden extraer de su trayectoria vital. De su empresa de coches TESLA Motors, en el año 2014 rechazó su salario como CEO, y se limitó a cobrar sus acciones correspondientes de la compañía. Además, forma parte de muchos proyectos filantrópicos y fundaciones benéficas. Si nos remontamos unos años antes, Musk se fue de casa y de su país natal a los 17 años porque no quería hacer el servicio militar en Sudáfrica.
"No tengo nada en contra de servir en el ejército en sí, pero servir en el ejército sudafricano para reprimir a la gente negra no me pareció una buena forma de emplear mi tiempo".
Más allá de sus grandes gestos, que algunos podrían sospechar que son exclusivamente estrategias de marketing a su favor, no deja de ser evidente el bien que suponen sus logros profesionales. Con PayPal podemos pagar a alguien de cualquier parte del mundo sin pasar por los bancos, con los coches TESLA podemos evitar que el petróleo sea un problema para la Humanidad y con las baterías TESLA Powerwall podemos reducir enormemente la factura de la luz en nuestras casas.
Ojalá sigan creciendo emprendedores como él e iniciativas como las suyas, para que algún día alcancemos las estrellas y, sobre todo, nos superemos como civilización en el plano científico y también en el humano.
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