Segundas elecciones y todo sigue igual. Más allá de que unos hayan crecido en votantes y a otros les haya castigado el pueblo, estamos en la misma situación que en diciembre: si los partidos políticos quieren gobernar, tendrán que ponerse de acuerdo. Es decir, ha de haber pactos. Si no lo consiguieron una vez, ¿quién nos asegura que lo lograrán a la segunda?
Pero pensemos en nuestro momento actual. Desde que estamos sin gobierno oficial nada ha cambiado. Que sí, que podríamos estar mejor, pero nada nos dice que no lo podamos conseguir sin gobierno o por lo menos si miramos a Bélgica.
Todos aspiramos a mejorar nuestro nivel de vida, y para ello hay factores que han de estar en orden: un gobierno estable, la menor corrupción posible, una baja tasa de paro, un buen sueldo… Pues todo lo comentado lo logró Bélgica sin el primer punto citado. Sí, sí, sin gobierno. Los belgas se pasaron 540 días sin gobierno oficial entre 2010 y 2011, en plena crisis… ¡Y el país mejoró! En una situación muy parecida a la que tenemos en España, con necesidades de pactos chapuceros entre más de tres partidos como mínimo, estuvieron año y medio sin tomar decisiones oficiales y crecieron. Teníamos claro que uno de los grandes problemas de nuestro país son los políticos, pero ¿podrían serlo hasta el punto de que sin ellos estaríamos mejor?
En Bélgica la cosa funcionó. Bajó el desempleo, subió el salario mínimo, se redujo la percepción de la corrupción y su producto interior bruto creció. ¿Increíble, verdad? Entran ganas de que los políticos no pacten para ver qué sucede. Es posible que, al menos, las cosas no fueran a peor, como está pasando desde que Rajoy dejó de ser el presidente oficial y pasó a ser interino. Vale que sería ideal que el presidente en funciones fuera alguien ajeno, que no haya participado en las elecciones, que es lo que ocurrió en Bélgica, pero somos España. Vamos a la nuestra
Pues eso, que queremos ser como Bélgica. Que queremos que los políticos se sigan ‘pegando’ entre ellos y que nos dejen vivir. Felipe, coge y nombra a cualquiera como presidente interino mientras los demás se echan en cara sus ideas políticas, seguro que nosotros viviremos más tranquilos. Quita a Mariano y enchufa a un amiguete que simplemente ponga la cara, pero que no sea corrupto que suficientes tenemos ya de estos.