Kevin Plank es un hombre de éxito. Empezó diseñando una camiseta para corredores que permitía ir más rápido gracias a la aerodinámica y la eliminación del sudor, y actualmente su empresa, Under Armour, es una de las principales marcas deportivas de Norteamérica situada por detrás de Nike y Adidas. Cuenta con más de 5.000 empleados, tiene presencia en medio centenar de países y, según la revista Forbes, ha alcanzado un valor de 22.000 millones de dólares.
Pero detrás de sus logros hay muchos problemas y dificultades que Plank logró atravesar hasta conseguir ser un elemento más del omnipresente sueño americano.
Fue expulsado del Geogetown Preparatory School
Era miembro de uno de los más prestigiosos y selectos centros educativos de Estados Unidos, del cual fue expulsado por mal estudiante y fatal comportamiento. Años después, aclaró que se aburría y que lo único que hacía era meterse en peleas y dedicarse a la bebida.
Su sueño
Kevin quería dedicarse al fútbol americano y por eso sus padres lo enviaron a la academia militar de Fork Union, famosa por conseguir llevar jugadores a la élite del fútbol universitario. Aunque nunca logró su sueño, su paso por Fork Union le sirvió para establecer la base de clientes de su futura empresa.
Comienzo humilde
Los inicios nunca son fáciles. Kevin arrancó en 1996 comprando tejidos por valor de 500 dólares y experimentando hasta dar con el diseño ideal. Después tocó distribuir las 60 camisetas que había logrado fabricar, cosa que tampoco fue fácil. Su idea era buena, muy buena: aprovechar sus contactos con jugadores de la NFL para lograr publicidad, pero se encontró con el problema de los problemas, la falta de dinero para cubrir el patrocinio.
El éxito
El éxito y boom publicitario de la marca llegó con la aparición de Jeff George, jugador de los Oakland Raiders, en la portada del USA Today con una de las camisetas de Kevin y con la frase “La gente puede vestir la misma ropa que los deportistas”.
La guerra de Irak
El verdadero punto de inflexión tuvo lugar cuando los marines empezaron a usar su ropa para paliar el calor del desierto y evitar la molestia del sudor, convirtiendo a Under Armour en un fenómeno viral. A partir de ahí, vistió a numerosos equipos de la NFL, elevando el caché hasta la misma cota que Nike, su principal enemigo.
Expansión internacional
Posteriormente, otros deportistas como el nadador Michael Phelps o el jugador de la NBA Brandon Jennings difundieron su marca por otros países, convirtiéndose así en una de las principales vestimentas deportivas en el mundo.