Estás volviendo a casa de madrugada en bici con un amigo, tienes un accidente y te recoge una ambulancia para llevarte al hospital más cercano, supongamos el Hospital del Mar. Mientras estás en la sala de espera, pasan unos policías que arrastran a tres muchachos malheridos. Los agentes, al veros, se acercan y os llevan también detenidos. Porque sí, porque les dais mala pinta. La detención se convierte en una condena por dejar en coma a un policía. Dos años esperando el juicio y tres más en la cárcel.
Esta historia es real. Es, por así decirlo, la desventura de Patricia Heras, una joven poeta y estudiante de literatura, la desventura de Alfredo Pestana, el amigo que iba en bici con ella, y la desventura de Rodrigo Lanza, Juan Pinto y Alex Cisterna, las tres personas con las que se cruzaron en el hospital, después de recibir una brutal paliza policial en un calabozo de la comisaría de Las Ramblas. Patricia se quitó la vida el 26 de abril de 2011 durante una de las salidas de la cárcel. Podéis leer las poesías que escribió en su blog 'Esta historia es real'.
He ahorcado a mi inocencia.
Su orgullo adolecido aún voraz no impide que se mee encima;
su belleza efímera
expira con los últimos latidos suplicantes.
Perdida entre flujos corporales viscosos y detritos.
La he visto patalear rabiosa e indefensa hasta morir,
parecía más humana que yo,
en su rostro desfigurado leo un pánico sumiso y crudo
que me arde entre las piernas...
Patricia Heras
“Absolución” fragmento
'Ciutat morta' es el nombre del documental que lo explica todo. Una denuncia a la mentira y al funcionamiento corrupto del sistema y, sobre todo, a la impunidad de aquellos que lo perpetran. La productora Ciutat morta ha ganado múltiples premios por su realización, entre ellos el de mejor documental en el Festival de Cine de Málaga y, ahora, después de Ciutat morta, se estrena mañana, sábado 17 de enero, a las 22.25h en el programa de cine Sala 33 del Canal 33 de la televisión pública catalana, Televisió de Catalunya.
La semilla de este crudo entramado de violencia, prejuicios e intereses fue la carga policial que se hizo en un antiguo teatro okupado del centro de Barcelona, la noche del 4 de febrero de 2006. Tras los primeros porrazos de la policía, alguien lanzó una maceta desde la azotea, que se rompió sobre la cabeza de uno de los agentes sin casco, dejándolo en coma. Con el impacto, los compañeros del herido detienen a tres jóvenes que están a pie de calle para incriminarlos de lanzar un objeto que, corroborado posteriormente por los forenses, fue arrojado desde el techo. Se podría decir que las detenciones fueron indiscriminadas, si no fuese porque los tres jóvenes tenían un par de cosas en común: las pintas y el origen sudamericano, un hecho que, al parecer, fue suficiente para ponerles esposas.
La detención se llevó a cabo de forma violenta, tal como explican los protagonistas en el documental, pero eso no fue todo: les llevaron a la comisaría de Las Ramblas para darles una paliza. Como explicaba al principio, después de los golpes les llevaron al hospital para curar las heridas más graves y ahí sucedió el segundo arresto. Patricia y Alfredo, que no habían estado en el lugar de los hechos, fueron también acusados.
'Ciutat morta' no explica solo la historia de estos chicos, sino que subvierte la marca Barcelona al mostrar una ciudad regida por una relación de poder y sumisión a nivel estructural. Ya sea con una juez que pervierte el nombre de la justicia, una policía que procede con mentiras y brutalidad, o un plan para transformar un barrio popular en turístico.
Mañana en el Canal 33 podéis escuchar toda la historia en voz de los protagonistas y las compañeras de Patricia, en memoria de quien está dedicado este 'Ciutat morta'. El documental también se puede encontrar fácilmente en Internet.
Crédito de la imagen: 'Ciutat morta'.