Los cinco errores que te pueden salir muy caros cuando te independizas por primera vez

Lo has conseguido. Vas a irte de casa de tus padres para compartir piso con más gente en otro barrio de la ciudad, o bien ya te estás despidiendo de amigos y familiares para mudarte a otro lugar para empezar tu vida como persona “adulta e independiente”. Antes de seguir mirando muebles en Ikea e ideando maneras de decorar tu nueva habitación, es importante que tengas en cuenta algunos detalles que, muchas veces, solo te los enseña la experiencia. Aquí van cinco consejos que nos habría gustado saber antes de compartir piso por primera vez.

Está genial que te haga ilu comprarte una funda nórdica bonita y un espejo de pie vintage. Pero no te motives en exceso. Es tu primer piso, y lo principal es ver si te adaptas bien y si la convivencia está guay. No es por ser aguafiestas, pero puede que la cosa no sea así y en medio año decidas volver a mudarte y tu habitación será diferente, puede que con menos espacio para ese espejo que ahora tienes y no sabes dónde meter. Además, que todo lo que compres después tendrás que moverlo durante la mudanza, o sea, más cajas y más trabajo. Y si vives lejos de tu casa y no tienes coche, ya no te cuento el lío que supone.

Si es un piso en el que entras de cero con otras personas, asegúrate de que todos estáis en el contrato. Es tan importante que estés tú como los demás, porque si solo estás tú y hay algún problema, como por ejemplo que tus compis dejen de pagar su parte del alquiler, la única persona responsable serás tú. Y tú no quieres tener que pagar todo un mes del alquiler entero (o más) de tu bolsillo. Asimismo, si no estás en el contrato puede ser una facilidad para que te echen del piso si a tus compis se les pasa por la cabeza. Si entras en un piso donde ya vive gente será más complicado entrar en el contrato, algo que, a la hora de pedir según que tipo de ayudas, es necesario (como el bono joven de alquiler).

Si quieres un consejo bueno, haced un bote común para la compra de cosas comunes como los productos de limpieza. Más que nada, porque así te aseguras de no ser tú la típica persona que siempre está comprando estos productos (y pagándolos). Además, que es un palo tener que ir pidiendo bizums.

En la misma línea del bote común, un gran hack para ahorrar compartiendo piso es hacer la compra de la comida conjunta. Comprar para unx siempre sale más caro porque se acaban desperdiciando alimentos y porque muchas de las ofertas son en formato “pack familiar”.

Seguramente te estarás preguntando el por qué de esto último. Bien, normalmente, si eres la última persona en dejar el piso, serás la que tendrá que entregarlo al propietario de turno. Y, aunque todos estos años hayáis cuidado bien el piso, la mayoría de caserxs te acaban quitando una parte de la fianza en concepto de “limpieza”. De hecho, no te mates a limpiar el piso a fondo, porque aunque lo hagan, tu casero querrá contratar una persona de la limpieza para que remate el trabajo. A veces también puede ocurrir que no solo te quiten la limpieza, sino que además encontraran cosas para ir restando dinero a la fianza. En cambio, si en lugar de dejar el piso vacío, lo dejas con gente dentro y solo tienes que encontrar un substituto, vas a recuperar la fianza íntegramente. ¿Cómo? Basta con que la nueva persona te dé el dinero de tu parte de la fianza, así no hace falta tocar el dinero del depósito real que tiene la inmobiliaria.