Cómo leer tu nómina

Más allá de diferenciar el salario neto y bruto, hay conceptos que son clave para no encontrarnos sorpresas

Has conseguido tu primer trabajo y esperas con ansias el día que te toque ingresar la nómina para ver cómo aparecen los números en tu cuenta bancaria. Además, tu empresa te enviará el documento con todos los detalles desglosados: el neto, el bruto, el IRPF retenido... Un galimatías que, a veces, muchas personas no saben leer.

Saber leer una nómina, igual que una factura de la luz, es la típica cosa de persona adulta que cae en saco vacío: en el cole no te lo enseñan y en casa, incluso tus padres, no se aclaran. Y aunque pienses que no es necesario saber leer una nómina mientras te baste ver el neto y ver cómo cada mes te ingresan el dinero, lo cierto es que sí es importante. Sobre todo porque hay aspectos en los que tu empresa puede estar “jugándotela”.

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Por suerte todas las nóminas (en España al menos) son iguales, ya que se deben regir por el modelo oficial que nació en 1994 y que ha ido incorporando actualizaciones. Aparte del salario neto y el bruto también hay una serie de porcentajes que son el IRPF, la formación o la aportación al Mecanismo de Equidad Intergeneracional.

Los devengos y deducciones son los dos grandes conceptos que aparecen en la nómina. Los devengos son los ingresos, el salario bruto. Ahí también se encuentran las pagas extras si están prorrateadas, algunos pluses o beneficios como el ticket restaurante. Vendría a englobar lo que es el salario base y complementos. En cambio, en las deducciones se agrupa todo lo que la empresa resta sobre el salario bruto. Las principales deducciones son las cotizaciones a la Seguridad Social (tu futura jubilación o baja de maternidad o paternidad), las retenciones al IRPF y gastos o anticipos. También puede haber pagos que no son con dinero, sino por ejemplo, un seguro.

Entre las deducciones, una de las más importantes es el IRPF, la retención por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. En el IRPF se paga por adelantado lo que tocaría pagar en la declaración de la renta en base a tu salario anual. Dicho de otra manera, pagas un poquito mes a mes, en lugar de pagar una cantidad enorme y de golpe a final de año. Ojo, porque según el tramo salarial en el que estés puede que te salga a devolver.

En el IRPF hay que vigilar porque algunas empresas hacen una retención muy baja (2%) para maquillar el sueldo “real” y parezca que cobras más. En caso de sueldos bajos no tiene por qué tener efectos negativos, pero puede darte alguna sorpresa si no vigilas. Siempre pide que te retengan lo que toca de acuerdo a tu tramo.

Si en tu nómina aparece el mecanismo de equidad intergeneracional es una aportación extra que se ha sumado a las nóminas y es para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. El Mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) destina un 0,1% del salario a tal fin. Es de carácter temporal y la empresa aporta la mayor parte (hoy el 0,5%).

El apartado de desempleo es la parte que aportas para que, en caso de que te quedes sin trabajo, te den el “paro”. El empleado aporta un 1,55% (en caso de indefinidos) y otra parte la empresa. La formación profesional es el 0,1% de la nómina que va a un fondo común de la empresa para ofrecer formaciones. Se aplica aunque la empresa no tenga ningún programa. El líquido a percibir sería el salario neto, lo que te ingresan en tu cuenta bancaria después de que se hayan descontado todos los conceptos anteriores.