Despilfarros locos de los multimillonarios

Te contamos algunas de las excentricidades en las que lxs ricxs gastan su dinero mientras tú comparas precios de papel de váter

Todxs hemos querido alguna vez, no nos engañemos, tener un buen pellizco de dinero para pegarnos un viaje loco por una isla idílica sin estar pendiente de cuánto cuesta la pasta de dientes o intentar colarla en el avión por si nos van a cobrar demasiado. Pero de ahí a gastarse miles de euros en una botella de vino para dejarla a medias hay un buen trecho. Los multimillonarios gastan fortunas en cosas absurdas y hoy te contamos unas cuantas. 

El suplemento Icon, de El País, explica en un reportaje reciente en qué se gastan sus fortunas algunos multimillonarios. El queso Pule de los Balcanes, por ejemplo, puede llegar a costar 2.000 euros, y el restaurante Sublimotion de Ibiza, de alta cocina mediterránea a cargo del chef Paco Roncero, tiene un menú que cuesta más de 1.500 euros por comensal. La antimateria, explica el artículo, es el producto más caro que existe, con un precio de 65.000 millones de euros el gramo, aunque parece que nadie está dispuesta a comprarla. 

En cambio, sí que se venden automóviles de 30 millones de euros como el Rolls-Royce, relojes de 50 millones como el Graff Diamonds Hallucination o yates chapados en oro de 4.800 millones de euros, e incluso un iPhone Falcon Supernova 6 Pink Diamond que cuesta 48 millones de euros. Como para que te lo roben. Si hablamos de casas caras, Bill Gates tiene una finca de 6.000 metros cuadrados valorada en 127 millones de dólares, con siete dormitorios y 18 cuartos de baño, aunque no sabemos si la compró a tocateja o con hipoteca fija o variable. 

Los caprichos de Kim Kardashian de 5.000 dólares para vestir a su hijo recién nacido, o el regalo de Angelina Jolie a Brad Pitt de un olivo de 18.000 dólares son otras de las sonadas excentricidades en las que algunxs millonarixs gastan su dinero. Aunque cada vez hay más ricos y millonarios que parecen querer evitar la ostentación y el gasto superfluo, todavía quedan muchos gastos locos y estrafalarios que pueden seguir haciendo.