Escocia dará un referéndum en los próximos días sobre la independencia. ¿Los motivos? El propio David Cameron declaró legal la consulta, por lo que esta región podría llegar a independizarse de Inglaterra si saliera una mayoría a favor. Si te estás preguntando si es algo que realmente puede pasar, la respuesta es sí. Y es que según las últimas encuestas, los independentistas ya tendrían ventaja sobre los ciudadanos que estarían a favor de seguir formando parte de Inglaterra. En concreto, los partidarios de la separación ganarían con un 51%, frente a un 49% de la población que se mostraría contraria a la secesión.
¿Qué supone un resultado tan ajustado? El hecho de que los porcentajes estén tan igualados es algo negativo por dos motivos; en primer lugar porque la incertidumbre es total y cualquier cosa puede pasar y, en segundo lugar, porque lo cierto es que sea cual sea el resultado la mitad de la población estará descontenta con él, lo que puede ser sinónimo de conflicto en cualquier caso si no se acaba gestionando muy bien el problema en cuestión.
Pero, ¿qué panorama económico quedaría? Sería una terrible noticia para la economía inglesa y, por ende, para la europea, ya que el sistema bancario inglés podría entrar en una profunda crisis y se correría el riesgo de que hubiera una importante huida de capitales a la que ya sería la Escocia independiente. Además, Inglaterra tiene una deuda de 1,6 millones que pasaría a repartirse de acabar independizándose la región.
¿Cuál es la posición del resto de Inglaterra? La respuesta es contraria al referéndum. Y es que tras la que para muchos consideran salida de tono de Cameron al dejar que la consulta fuera legal, ahora solo queda esperar a que los escoceses prefieran optar por el no tras las promesas de los tres principales partidos británicos, conservadores, laboristas y liberaldemócratas, que ya han asegurado que darán más autonomía a Escocia si los escoceses votan "no" en el referéndum sobre la independencia que se celebrará el próximo 18 de septiembre.
Estas medidas pasarían, precisamente, por un borrador con dichas competencias que se daría a conocer a finales de octubre y ya en noviembre se redactaría un texto definitivo tras una consulta pública que sentaría las bases para introducir lo que sería la próxima legislación que estaría vigente en la región ya en enero de 2015. Eso sí, todo como decimos, si finalmente se vota no a la independencia.