No es Leonardo DiCaprio, pero ha encarnado a la perfección el papel que el actor hizo en "Atrápame si puedes". Es el ya conocido "Pequeño Nicolás", un joven de 20 años que se ha convertido en un fenómeno de masas gracias a las redes sociales y a su destreza para el timo.
A Nicolás se le acabó su particular mundo la pasada semana cuando fue detenido por un presunto delito de fraude, estafa y suplantación de la identidad. ¿Qué identidades? Agente del CNI, miembro de la oficina económica de Moncloa, alto funcionario de la Agencia Tributaria, Alto Cargo del PP y conseguidor relacionado con el PP. De este modo, el pequeño Nicolás utilizó desde los 16 años identidades imaginarias para intentar llevar una vida de lujo y acceder a las altas esferas.
¿Cómo actuaba? Prometía favores a cambio de dinero y como prueba de su influencia mostraba fotografías con los procederes del país. Su máximo trofeo fue asistir a la proclamación del Rey Felipe VI. También se fotografió junto a Jose María Aznar, Esperanza Aguirre, Ana Botella y el expresidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández.
El pequeño Nicolás presumía de sus contactos para, supuestamente, estafar a empresarios con falsas promesas y luego se gastaba el dinero en acceder al ritmo de vida que merecía su personaje; alquilaba chóferes para que lo llevaran a la universidad, coches de lujo, etc, pero lo cierto es que el pequeño Nicolás provenía de una familia humilde.
¿Cómo sale a la luz su falsa vida? Todo se cae cuando intentó usar sus falsas influencias chantajeando a un empresario a cambio de 25.000 euros y que haría que Hacienda ya con eso no le investigara. Pero algo le dio mala espina al empresario, que no dudó en denunciarlo y de ahí comenzó a seguirse la pista de los movimientos del timador que acabó detenido esta pasada semana.
¿Y ahora qué? Tras su detención, en la primera declaración ante la juez, la magistrada en su auto se preguntaba cómo un chico tan joven y con un discurso tan absurdo había conseguido acceder a círculos tan exquisitos y lanzaba una cuestión sobre si el pequeño Nicolás había recibido ayuda de alguien. Por su parte, uno de los peritos concluyó en el auto que el joven tenía "delirio de grandeza", algo a lo que el joven replicó diciendo que "tras siete horas de declaración cómo no iba a delirar". Tras su puesta en libertad, por el momento, ha cerrado su página en Facebook y habrá que ver cómo queda su aventura y cuál es el precio que pagará.