La Guerra Civil en la República Centroafricana finalizó oficialmente en 2007, pero la violencia sigue en las calles. Este conflicto religioso entre musulmanes y cristianos tenía trasfondo: el control de los preciados recursos naturales del país. Diamantes, oro, uranio, petróleo y madera tropical que en su mayor parte ha terminado en casas europeas, viajando hasta Alemania, Francia, Reino Unido y España.
Ciertas empresas europeas son los principales clientes de madera tropical de la República Centroafricana, un oligopolio de tres sociedades que controla el 99% de las exportaciones de este producto: SEFCA, IFB y Vicwood Group, que aunque tienen sede legal en el país, son financiadas con capital libanés, francés y chino respectivamente. En medio del conflicto, las tres empresas sobornan a los grupos armados para poder seguir produciendo. Concretamente, en 2013 les pagaron más de 3,4 millones de euros.
La organización británica Global Witness ha publicado recientemente el informe Madera de sangre; cómo Europa contribuyó a financiar la guerra centroafricana, en el que cuenta cómo los consumidores europeos, sin tener ni idea, han contribuido en el conflicto africano comprando maderas de la República Centroafricana. Ese dinero lo cobra la empresa europea, que compra más madera a las compañías exportadoras, que pagan a los rebeldes para seguir produciendo. ¿A dónde va ese dinero?
Los más de 3 millones de euros -solo el año 2013- sirvieron para escoltar los camiones que transportaban los troncos, peajes en controles ilegales de carreteras y pagos y sobornos varios. Pero también ha colaborado en las masacres, secuestros, violaciones y reclutamiento de niños soldado por parte de los grupos armados, según la organización Global Witness.

¿No hace nada la Unión Europea?
Según las estadísticas de la República Centroafricana, el 59% de las exportaciones de madera tienen destino europeo, especialmente Alemania 32%, seguido de Francia 20% y Reino Unido 5%, aunque también se cita España como país comprador. De acuerdo con las leyes europeas, la madera que se ha exportado en condiciones ilegales tiene el acceso vetado en los mercados de la UE. Pero tal y como las exportaciones de diamantes se prohibieron y dejaron de importarse, la madera centroafricana sigue comercializándose en Europa.
De hecho, las empresas explotadoras SEFCA, IFB y Vicwood Group tienen preferencia en los mercados europeos. En 2011, la Unión Europea firmó un acuerdo con la República Centroafricana que concedía ventajas arancelarias a cambio de un compromiso, por parte del país africano, para controlar a las empresas de madereras: establecer un plan contra la tala ilegal y proteger sus bosques tropicales.
Este conflicto armado ha acabado con la vida de 5.000 personas y uno de cada cuatro centroafricanos viven desplazados o refugiados. Pero no solo la vida de los ciudadanos de este país está en peligro, sino que sus bosques, que representan el segundo pulmón del planeta, por detrás del Amazonas, se ven cada vez más amenazados. ¿Quieres formar parte de ello?
Crédito de la imagen: Routers
Fuente: El Conficencial