Conexión Nigeria: El Lujo De Unos Pocos, La Miseria De Otros Muchos

El lujo frente a la pobreza extrema.

Opinión


Nigeria quiere dar un paso más para convertirse en la Dubái africana, y para ello su ambición es construir un megaproyecto que se basará en una isla artificial de 10 kilómetros en Isla Victoria. Una macroinversión económica que proveerá de lujo a un puñado de millonarios en detrimento de la inmensa mayoría de personas que viven sumidas en la pobreza en Nigeria.

El proyecto recibirá el nombre de Eko Atlantic City. «Eko» era al antiguo nombre de Lagos antes de la invasión de los europeos, y en la lengua yoruba significa «campo de guerra». Se trata, por tanto, de un claro guiño a la cultura nigeriana para caer más simpático. Esta inversión planea edificar viviendas de lujo, levantar piscinas gigantes, asentar las sedes de bancos internacionales y construir una inmensa avenida marítima ajardinada que esté rodeada de centros comerciales y hoteles.

El Gobierno esconde este proyecto como una medida para contrarrestar los efectos devastadores del cambio climático; un seguro en medio de una zona considerada de alto riesgo debido, principalmente, a las inundaciones y desbordamientos. No obstante, poco habla del dinero que está recibiendo por debajo de la mesa ni de la repercusión económica que podría llegar a generar este gasto si en su lugar el Gobierno lo destinase a los millones de pobres que habitan en su país, Nigeria. Todo esto está generando muchas críticas en el propio país y en los fronterizos.

Eko Atlantic City ofrecerá la crème-de-la-crème a la jet-set. Todo tipo de lujos inimaginables para quien pueda permitírselo; de hecho, la propia web corporativa lo anuncia así. El número de millonarios se ha disparado en Nigeria en la última década, algo a priori positivo, pero que muestra su peor cara cuando se contrasta con el aumento de la pobreza extrema y de desnutrición en el país. Mucho lujo para unos pocos en detrimento de otros muchos; el problema reside en la desigualdad socio-económica, que presenta un mero ejemplo más en un planeta globalizado en donde, por desgracia, cada vez existe una brecha mayor para separar ambos mundos. En Rusia, China, Brasil... e incluso Europa, aunque prefiramos echar la mirada atrás, está pasando lo mismo y las desigualdades no paran de crecer.

Quizá debiéramos replantearnos las consecuencias de esta grieta entre el lujo y la miseria, porque cada vez la diferencia es más abultada y sus efectos son, aunque no nos demos cuenta, nocivos para todos a medio plazo. Mucho se habla de la riqueza, pero en general no se mira hacia atrás cuando aparece la cara más dura de la moneda.

Crédito de la imagen: africaonline.cc