El último héroe de Italia no es un futbolista, un actor o una supermodelo siliconada a lo Cicciolina sino un chaval de 17 años llamado Valerio Catoia. Hace unos días, mientras pasaba la mañana junto a su familia en la playa de Sabaudia, en la provincia de Latina Lazio, escuchó los gritos de dos niñas de 14 y 10 años de edad que estaban siendo arrastradas mar adentro por las fuertes corrientes de esta zona del mar Tirreno, a unos 90 kilómetros de la capital Roma.
La historia del rescate y el ejemplo de ciudadanía de Valerio inundaron aquel día los medios informativos y las redes sociales de Italia e incluso el exjefe de Gobierno, Mateo Renzi, y el ministro de Deporte, Luca Lotti, se deshicieron en halagos con el adolescente. Aunque a Valerio la experiencia no le ha supuesto ninguna medalla, sí es cierto que a partir de ahora podrá presumir de haber salvado una vida y contribuido a borrar, aunque solo sea un poquito, los prejuicios contra las personas con síndrome de Down. Eso vale más que cualquier metal olímpico.