Apuesto a que no sabías, aunque a veces las entrevistas de trabajo duren horas, solo se necesitan 90 segundos para saber si una persona es apta para un puesto de trabajo. Eso han asegurado el 33% de los profesionales de recursos humanos en una encuesta realizada a más de 2.000 responsables de selección de personal. Debe ser que les gusta torturar nuestros nervios. Así que más te vale que ese minuto y medio sea el mejor aprovechado de tu vida. Bueno, o casi que tampoco hay que dramatizar.
Pero aún hay más. En este mismo estudio se ha constatado que el 93% de lo que expresamos lo hacemos sin palabras. Así que si quieres conseguir ese trabajo soñado, es importante que tengas muy en cuenta lo que transmites con tu comunicación no verbal.
Tu ropa habla por sí sola
Algo que hay que cuidar bien antes de ir a una entrevista es tu atuendo porque, aunque creas que lo que te pongas no influye en cómo hagas de bien tu trabajo y es cierto, la elección de la ropa dará mucha información acerca de tu personalidad. Por eso, una muy buena recomendación es que te vistas como si ya ocupases el puesto al que quieres optar. De esta forma el entrevistador ya te visualizará en él. Así que, averigua cuál es el 'rollo' que se lleva en esa empresa, o intuyelo según el puesto por el que te entrevistan y a lo que se dedican, si hay algún requisito a la hora de vestir y hazte con ese tipo de look.
También es importante que si haces más de una entrevista con ellos, no repitas 'modelito'. Busca alternativas e intenta optar siempre por colores básicos y claros: el blanco transmite sinceridad y confianza, así que siempre es un acierto. Ante la duda, be white.
Todo lo que dices sin hablar
Hay un montón de gestos y tics que tenemos y de los que ni siquiera nos damos cuenta. Pese a ello, son muy significativos y es importante tener mucha conciencia de tus movimientos, miradas y de cómo gesticulas. Por ejemplo, es muy recomendable mantener siempre el contacto visual con el entrevistador. Si tu mirada se desvía al techo o te distrae cualquier objeto de la habitación podrían pensar que tienes algo que esconder o que te pones nervioso con facilidad.
Por otro lado, un rostro relajado y una sonrisa generan la empatía que te ayudará a conectar con tu entrevistador. Y eso te servirá para poder ganarte su confianza. No olvides despedirte con un buen apretón de manos. Nada de dejar la mano 'floja', que se note satisfecho y con confianza para resolver todo lo que el puesto requiere.
Ni se te ocurra...
Pero tan importante es estar pendiente de hacer unas cosas, como de evitar hacer otras. Como esconder las manos debajo la mesa, porque te verán como a una persona insegura. Y, por supuestísimo, está estrictamente prohibido mirar el reloj o el móvil durante la entrevista. Pensarán que tienes prisa, que te estás aburriendo, o que tienes cosas más importantes que hacer. Aunque no lo sea, este trabajo tiene que ser tu prioridad en la Tierra ahora mismo.
Dicho esto, lo único que te faltará es darlo todo en la entrevista para conseguir que el puesto sea tuyo. ¡SUERTE!
Crédito de la imagen: Chloe Sheppard