Cada vez se está perdiendo más el miedo a ponerse mus fuerte en el gimnasio. Lo que antes daba pavor a muchas mujeres cuando se iniciaban en el ejercicio de fuerza, ahora se está convirtiendo en el canon deseado. No solo por la belleza física que pueda comportar, sino por los beneficios de salud.
Lo que antes era una preocupación exclusiva de culturistas y atletas, hoy se ha convertido en una aspiración generalizada entre mujeres de todas las edades. En este cambio de tendencia, podríamos decir que han ayudado imágenes como la esplendorosa Miley Cirus cantando Flowers con esos brazos tonificados que hicieron que centenares de mujeres preguntaran por su rutina de brazos y el gran boom del mundo fitness en las redes. Especialmente en TikTok.
Dentro de este imaginario de la mujer musculada, la película Sangre en los labios (2024), dirigida por Rose Glass, también ha jugado un papel importante. Protagonizada por Kristen Stewart y Katy O’Brian, la película presenta a una mujer culturista como protagonista, desafiando las convenciones tradicionales de la feminidad y destacando la fuerza física como un atributo deseable.
Alrededor de este film se generó una gran controversia por los cuerpos hipermusculados, que reveló como aún hay esa mirada patriarcal que intenta afear los cuerpos fuertes en las mujeres. Se sigue mirando desde la óptica del deseo masculino, ignorando cuál es el cuerpo deseado por y para las mujeres. Ya avisamos que el más deseado es aquel que nos permita hacer todo lo que queramos sin dolor ni limitaciones. Y por ello el músculo es importante, sobre todo a partir de cierta edad.
Según explican a El País expertos como Marimer Pérez, ginecóloga y obstetra, y Javier Carbajo, CEO de Trainingboutique, el fortalecimiento muscular es esencial para combatir la sarcopenia, una condición que implica la pérdida progresiva de masa muscular a partir de los 30 años. Además, este tipo de ejercicio ayuda a mantener la densidad ósea, gestionar el peso, mejorar el estado de ánimo y prevenir enfermedades crónicas. En particular, durante la menopausia, el ejercicio de fuerza puede aliviar síntomas como los sofocos y mejorar el equilibrio emocional al aumentar la secreción de serotonina y dopamina.
Ahora lo importante es conseguir que esta tendencia no se vaya de madre y genere vigorexia entre las mujeres. Es por eso que el new sexy no debe ser estar más musculada, sino más sana. Pensar el deporte como una manera de conseguir cuerpos que nos permitan hacer aquello que queremos durante mucho tiempo.