Los arrepentimientos después de una cirugía estética

La cara hinchada es una de las grandes consecuencias por un exceso de pinchazos

Actualmente, la cirugía estética más conocida y en demanda es la bichectomía: eliminarse la grasa de las mejillas para conseguir un rostro más marcado y afilado. Ahora bien, quitar esa grasa significa que nuestra cara, con el tiempo, lucirá más vieja más rápido, ya que la grasa en las mejillas se asocia a juventud. Es por eso que ahora mucha gente se está volviendo a rellenar la cara, pero en muchos casos provoca efectos indeseados. Como la cara hinchada.

Las caras hinchadas, o “facial overfilled syndrome” (FOS), ocurren cuando el volumen que se genera en la cara a partir de los pinchazos de ácido hialurónico generan un efecto desproporcionado. Esto puede ser por dos motivos: o por una mala ejecución a la hora de hacer el tratamiento o por una adicción de quien se lo aplica. Esto también a veces se puede producir en otras zonas de la cara, como los labios que, si se inyectan en exceso, pueden provocar ese efecto de “labios de pato”.

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Tallulah Willis, hija de Bruce Willis, y Demi Moore son dos ejemplos de lo que se conoce como cara hinchada. De hecho, tras años de inyectarse la cara para darle un aspecto más turgente, Tallulah decidió quitárselos y mostrar su rostro tal como es. Un gesto muy valiente en una sociedad que vive con terror el hecho de envejecer.

A veces la cara hinchada es consecuencia de la obsesión por lucir joven. Como decíamos antes, la grasa facial (a pesar de que muchas actrices y modelos en sus 20 se estén haciendo la bichectomía) se asocia a la juventud. Así como vamos envejeciendo, esta grasa desaparece y es la que contribuye a que se noten más las arrugas. Es por eso que muchas personas cuando envejecen empiezan a hacerse rellenos en exceso que acaban generando un efecto contrario: en lugar de verse más jóvenes se ven plastificados.

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El ácido hialurónico es uno de los rellenos más utilizados, pero no todos los ácidos hialurónicos son iguales; algunos proporcionan más volumen que otros, y su duración puede ser mayor de lo que inicialmente se cree.

Para evitar el problema de las caras hinchadas, es fundamental seguir ciertas pautas. En primer lugar, es necesario elegir a un profesional con experiencia y conocimientos, que sepa evaluar nuestro caso. Pero sobre todo que sea sincerx y nos aconseje bien, nada de empezar a inyectar para hacer más caja. Además, es importante ser realista y buscar la proporcionalidad: es imposible negar el paso de los años por muchos pinchazos que hagamos.