Doña Águeda Sacristán no guarda ningún rencor, más bien al contrario. Su hijo, José García, murió hace cinco años en un accidente de coche. Conducía David Benito, su amigo, y ahora está a punto de entrar en la cárcel por homicidio imprudente, pero la familia de José, con la madre en cabeza, ha lanzado una cruzada para pedir su indulto.
Desde aquel 8 de octubre de 2011, la vida de David jamás ha vuelto a ser la misma persona. “Nosotros sabemos el tormento que está sufriendo, siempre le vemos triste”, asegura Águeda Sacristán por teléfono a Código Nuevo. David está casado y tiene dos hijos, uno de siete años y otra de cinco. “No es un criminal y, si lo encarcelaran, la herida se haría más grande y el dolor, insoportable”, cuenta la madre.
Eran las ferias de El Barco de Ávila, su pueblo, y David y José, mejores amigos desde los 15 años, junto a su amigo Juan Carlos, se fueron a Plasencia. El Range Rover que conducía David se salió en una curva, derrapó y se detuvo contra un talud de rocas. Mientras que los dos amigos salieron ilesos, José se dio un fuerte golpe en la cabeza y murió después de 10 días ingresado en el hospital Infanta Cristina de Badajoz.
A David se le imputó por un delito de homicidio imprudente porque dio positivo en el control de alcoholemia, pero fue una casualidad que condujera él. Los tres habían salido de copas. Pero la justicia siguió su curso y el juez acabó pidiendo prisión para él.

Doña Águeda ha pedido, junto a su marido, el indulto de David. A ellos se ha sumado Juan Carlos, el otro ocupante del coche accidentado y los alcaldes y jueces de paz de los ayuntamientos de El Barco de Ávila y de la Aldehuela, donde vive David. También cuentan con un informe favorable del fiscal jefe de Cáceres y del juez del Juzgado de lo Penal de Plasencia, donde se le condenó. “La última palabra, el que puede ordenar el indulto, es el Ministerio de Justicia, por eso nos dirigimos directamente a él”, explica Gema García, hermana de José. “David ha ido recurriendo la sentencia, pero le quedan pocos pasos. Él es quien más resignado está pero, siendo autónomo, con mujer y dos hijos, su familia quedará desamparada. Y mi hermano no va a volver”.
Sólo queda esperar, como ya llevan haciendo desde la primera petición de indulto en mayo de 2014, a que el ministerio se pronuncie. Para reforzar la petición, la familia de José pide firmas de apoyo a través de Change.org. Todo para que el sufrimiento no se incremente y para poder poner punto y final a este capítulo de sus vidas.