“Estoy volviendo sola. ¿Te importa que hablemos hasta que llegue?”. Situación: cinco de la mañana, sábado por la noche, fin de la fiesta y vuelta para casa. Pero hay que ver lo que cambian las calles con la oscuridad… El miedo hace que un escalofrío te recorra toda la columna cuando ves a un grupito con malas pintas en un portal, o cuando te cruzas con un par de chavales que te miran de arriba abajo, o cuando lo puto peor de todo sientes que alguien te está siguiendo.
Y entonces el miedo. Lo que has escuchado por ahí. El infierno de pensar que puede ocurrirte algo. Y por eso llamas a alguien, para que te “acompañe” a casa, al menos por teléfono. Eso te reconforta y te hace sentir protegida pero, ¿no sería mejor dar un paso más allá? Hay una solución que puede ayudarte a sentir más seguridad, y se llama Companion.
Es una aplicación que permite que la persona que tú designes controle en todo momento tus movimientos cuando vuelves a casa. Es tan sencillo como elegir a alguien para que recorra contigo ese camino y le aparecerá en su teléfono un mapa con tu geolocalización que le irá indicando por dónde vas en todo momento.
Pero no sólo eso: la misma aplicación lanzará periódicamente un mensaje en tu móvil en el que te preguntará si estás bien. De no contestar en 15 segundos, la app enviará una alarma a tu acompañante virtual para alertarle de que algo no va bien e informándole exactamente del punto del recorrido en el que te encuentras. Además, también comenzará a emitir un fuerte pitido para ahuyentar al sujeto que quiere arruinarte la noche.
¿Más ventajas? Sí, las hay: el GPS registra también la velocidad de tu movimiento, por lo que será indicador de si estás caminando o corriendo, otra pista de que puede que algo esté pasando. También alertará de si los auriculares han sido desconectados, algo que podrá indicar que te han robado el móvil.
Y encima, gratis, y sin necesidad de que el 'acompañante' la tenga instalada, pensando en personas que no se manejen demasiado bien con el smartphone, como los padres y madres de muchos. Todo para volver a casa con mayor seguridad. Si es cierto que ir hablando por teléfono con tu amiga o tu padre tranquiliza, pero también hace que lleves el móvil a la vista y te conviertas en posible blanco para los atracadores.
Igual suena todo un poco tremendo, pero hay que tener en cuenta que cualquier precaución es poca, ¿no? Porque las noches de fiesta deberían terminar únicamente con dolor de pies por los zapatos o con problemas para mantener el equilibrio, pero nunca con la sensación desagradable de sentirse amenazado.
Crédito imagen: Maxime Gaudet