Siempre lo mismo cuando compramos algo por Internet y llega por fin a casa: abrimos el paquete con ilusión, esperando encontrar en su interior esa falda ideal, esa camisa perfecta o esa chaqueta que, al menos en las fotos, iba a convertirte en el rey de la moda para tus amigos. Pero no. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. El subidón provocado por el encuentro con el paquete se desinfla como un globo puesto al sol, porque la falda hace un pliegue extraño por detrás, la camisa es demasiado entallada si no has corrido la suerte de que sea de tamaño niño de cinco años o la chaqueta parece haber salido de una caja de ropa de quinta mano. Y, ¿qué haces? Dos opciones: te lo comes y lo arrinconas en el armario, intentas revenderlo por Wallapop o lo devuelves y te expones a perder dinero. Pero eso se acabó, al menos en Amazon. En breve, la plataforma permitirá que te pruebes la ropa y que la devuelvas si no te convence, sin ningún esfuerzo ni cargo adicional.

Aunque la idea está todavía es fase de pruebas, Amazon promete implementarla en poco tiempo. El mecanismo, sencillo: comprarás entre tres y 15 prendas, que llegarán a casa de la forma habitual, y tendrás una semana para decidir si te las quedas o si prefieres desprenderte de ellas. El paquete llegará preparado para su devolución sin ningún coste extra y, además, Amazon te hará un descuento en el precio final si decides quedarte con alguna de las compras. Aplicará un 10% de rebaja si finalmente no devuelves tres o cuatro de ellas, y un 20% si te quedas con cinco o más.
Será como tener una tienda en casa. Con ello, el gigante de la venta por Internet pretende cimentar todavía más su perfil de catálogo de moda, y acercarlo a otras gamas de productos en las que ya es uno de los líderes mundiales, como los libros o la electrónica. Aunque eso sí, para beneficiarte del nuevo sistema Amazon Prime Wardrobe, tendrás que contratar un servicio premium.