Por Qué La Actitud Es Lo Más Importante En Tu Vida Laboral

¿Optamos por avanzar guiados por nuestro sentido común de manera proactiva, o interrumpimos constantemente a nuestro superior para asegurarnos en cada caso?

¿Es mejor lamentarse por un beso que nunca dimos o por haber sido rechazados después de darlo? Y en el trabajo, ¿optamos por avanzar guiados por nuestro sentido común e instinto de manera proactiva, o mejor interrumpimos constantemente a nuestro superior para asegurarnos en cada caso?

La estrategia que se deberá utilizar será diferente dependiendo de la situación, pero aquí os dejo un pequeño manual de uso para poner en práctica en tu vida laboral y, así, triunfar en el intento.

Instrucciones de uso

Creo firmemente que un profesional vale más por su actitud y forma de afrontar las situaciones en la vida laboral que por lo que pueda saber como profesional. La proactividad en el trabajo es uno los valores más importantes que se puede poseer porque demuestra implicación, compromiso, ilusión y seguridad. Las personas proactivas son aquellas que tienen la capacidad de romper normas preestablecidas, de cambiar cosas y de abrir los ojos a muchas otras.

Pues bien, creo que hay un número importante de situaciones laborales en las que, sin duda, es mejor pedir perdón que pedir permiso. Cuando asumes responsabilidades, se espera de ti que des solución y alternativas a problemas que se encuentran en tu campo de competencias. Pedir permiso para cada decisión o iniciativa que creas conveniente abarcar te convierte en alguien inseguro y poco resolutivo. Y además, como dicen los expertos, el fracaso es el mejor maestro, ya que es en las caídas donde realmente nos conocemos y aprendemos. No temas equivocarte.

Precauciones

Sin embargo, no todo vale. A veces "vales más por lo que callas que por lo que hablas", o "es mejor ser dueño de tu silencio que de tus palabras". Que prefieras pedir perdón a pedir permiso no quiere decir que debas seguir solo tus opiniones y tu forma de ver las cosas. Creo que existe la forma de hacerlo sin pecar de prepotencia.

¿Cómo hacerlo? Pues bien, la manera de hacerlo y no morir en el intento es buscar siempre alternativas o soluciones desde un punto de vista crítico y utilizando siempre el sentido común. Sabrás cuándo no es necesario pedir permiso para llevar a cabo algo y, en aquellas situaciones en las que no lo tengas claro, prepara un plan. Analiza la situación, busca el problema y aporta varias soluciones. Así, al menos, irás a pedir permiso con esa actitud proactiva y con soluciones al problema.

Efectos secundarios

El resultado de cara a ti mismo será sentirte con la suficiente holgura para acometer tu trabajo y participar en muchas decisiones y cambios que se den en tu entorno laboral y de los que además te puedas sentir orgulloso. La sensación de que se te escucha, se te toma en serio y que puedes aportar cosas interesantes es muy gratificante.

El resultado de cara a los demás será que hallarán en ti un profesional resolutivo e implicado con un punto de vista crítico a tener en cuenta y un carácter participativo.