Esta abuela valenciana de 87 años se ha convertido en una influencer del Paint en Instagram

Ni Leonado daVinci, ni Miguel Ángel, ni Botticelli manejaban los pixeles del Paint como ella. Vale, en el Renacimiento no había Windows, pero eso no le quita el mérito a la última gran revelación del arte postmoderno: Concha García Zaera. “Soy una señora de 87 años”, es la tarjeta de presentación de esta artista valenciana que, a estas alturas, ya puede considerarse una autora de culto en Instagram. El pasado sábado, un tuitero se hizo eco de su obra y en cuestión de 36 horas la cuenta de Concha pasó de 361 a 36.100 seguidores.

Estamos ante el nacimiento de una auténtica influencer del arte cuya obra, un total de 16 publicaciones en Instagram, ha dejado ojipláticos a miles de personas. “Yo es que no le doy el valor que le dais vosotros, es sólo cuestión de paciencia y de tiempo”, responde Concha en una entrevista sin desperdicio en el diario El Mundo en la que explica como se inició su pasión por el programa Paint hace 12 años. “Mi marido cayó enfermo y yo lo cuidaba, así que no podía salir mucho”, explica la artista que, debido a la enfermedad de su cónyuge, tuvo que dejar la pintura al óleo por su fuerte olor.

Fue entonces cuando sus hijos le regalaron un ordenador con el cual Concha, bautizada como ‘la abuela milenial’, comenzó a toquetear el ratón y hacer sus primeros pinitos en el mundo del arte digital. “Empecé con tonterías: hoy pintaba una casita, mañana le añadía una montaña… Poco a poco lo iba retocando y, al final, salía una cosa muy mona”, cuenta con la misma humildad con la que reconoce que lo suyo no es ninguna inspiración o genialidad.

“Yo no tengo ninguna imaginación, no sé hacer nada si no es copiando”, dice. Sin embargo, a base de copiar las postales que sus hijos le enviaban, Concha se ha consagrado como un nuevo icono de la cultura milenial. Pero aunque esta entrañable abuela ya es influencer —en estos dos días ha concedido entrevistas incluso a México—, no deja que el éxito se le suba a la cabeza: “¿Cómo era aquel dicho? Más vale llegar a tiempo que rondar 100 años. Pues ha llegado a tiempo, parece”. Sin presiones, pero ahora Concha ya tiene 36.100 personas esperando con ansias la publicación de su 17ª obra de arte. Mientras esperamos ese milagro en forma de píxeles, no podemos dejar de maravillarnos con el ejemplo de una señora que es todo modestia y paciencia.