El mejor amigo del hombre, nuestros ‘perrhijos’ y queridos compañeros peludos son a la vez una arma de destrucción masiva para la salubridad de nuestras ciudades. En ‘perrhijos’se han propuesto evitar que sus calles se conviertan este verano en un campo de minas y pipí. Para ello, han elaborado unas ordenanzas que harán que necesites una mochila del Decathlon para meter todo lo que tendrás que llevar encima cada vez que quieras sacar a pasear a tu amigo canino.
De entrada, si tu perrito orina en la calle y no lo diluyes con agua o un producto específico destinado a tal efecto nada de lejía ni inventos raros te caerá un multón de hasta 750 euros. Pero prepárate porque esto solamente es el principio de la lista que tienen preparada en Mataró.
Deberás pasear al perro un mínimo de dos veces al día, se prohíbe dejarlos solos más de 12 horas, se prohíbe dejarlos solos en el coche más de 20 minutos, se prohíbe el uso de collares que asfixien al perro, las correas deberán tener una extensión de entre 1,5 y 2 metros y se prohíben las de tipo extensible en perros que superen los 15 kilos para evitar la típica escena de la señora o el niño que sale volando cuando el perrazo de turno llega al tope.

Además, tampoco se podrá dejar a los perros en patios, jardines, balcones o terrazas entre las 21:00 y las 8:00, ni pasear más de cuatro perros a la vez, ni soltar la correa en espacios públicos. Por si fuera poco, a la hora de comprar o adoptar un perro se deberá presentar una declaración de responsabilidad en la que se demuestre que el futuro dueño no ha sido sancionado por maltrato o abandono de animales en los últimos cinco años esta última igual debería ser obligatoria en toda España pero YA.
Que sí, que seguramente estaréis pensando que la mayoría de las ordenanzas tienen todo el sentido del mundo, pero lo que de verdad acojona del asunto es que si la multa por no diluir los pipís es de 750 euros, las sanciones más graves podrían llegar a los 3.000 euros. Puede que las medidas sean todas de chapeau pero llevar el tema de las multas a estas cifras igual es un poco exagerado, ¿no? Quizás los españoles somos así, como las cabras, si no nos dan un palo nos cagamos y por extensión, nuestros perritos en medio del camino.