Uno de los principales retos a los que tenemos que enfrentarnos cuando queremos poner en pie alguna idea de negocio es la financiación. Aunque es complejo conseguir una idea innovadora, ponerle cara, armarla y realizar un plan estratégico, uno de los asuntos prioritarios es conseguir el dinero para concluir la idea. Seamos realistas, si no hay dinero, no habrá startup.
Por esta razón, numerosos agentes, públicos y sobre todo privados, han iniciado acciones orientadas a la financiación de las empresas. Un emprendedor lo es cuando tiene los medios también monetarios para iniciar su proyecto, y hasta entonces, es solo un soñador. Por ello, resulta importante conocer algunas de las fuentes de financiación a las que podemos acceder si queremos comenzar nuestra empresa con un respaldo seguro. Veamos algunas de ellas:
Banca tradicional
Es quizás la primera forma en la que pensamos, pero realmente es la más desconfiada, ya que pedirá avales y deberás presentar una idea y plan de negocio intachable. No es la más indicada para un emprendedor hoy en día.
Business Angels
Si das con ellos, podrás decir que has tenido suerte. Existen numerosas personas mecenas o entidades que se dedican a apostar por jóvenes proyectos a los que les dan importancia. Su ayuda es en forma de capital, por lo que se convertirá en tu socio y tratará de dejarte operar libremente.
Plataformas crowfunding
Similar al anterior, se trata de personas que deciden ayudarte en la puesta en marcha de tu idea de negocio. Puede funcionar como microdonaciones de capital, convirtiéndose así en tu socio, o como financiación externa a cambio de un interés.
Bootstrapping
Quizás es la más dura, pero la más satisfactoria. Significa empezar tu negocio desde 0 y sin nada; solamente con algunos recursos con los que puedas contar. Un teléfono, una libreta, un ordenador... y se utiliza cuando existen dificultades extremas en la financiación, o si no deseas depender de absolutamente nadie.
Socios estratégicos
Imagínate que deseas hacer un proyecto sobre telecomunicaciones, sobre distribución de comida y similares. Puedes acercarte a algún gigante conocido, expresarle tu idea y convencerle de que es un beneficio para ambos, ya que puedes introducir una mejora o innovación en sus procesos.
Venture capitals
Son las conocidas como sociedades de capital riesgo. También buscan proyectos novedosos, pero ya cuando están iniciados y tiene atisbos de prosperar. Se ciñen más a extender el negocio que a empezarlo.
Llorar a papá
Probablemente, tu padre te dé dinero para casarte, comprarte un coche o para financiarte los estudios, pues igualmente debería hacerlo cuando su hijo tenga una buena idea con la que quiera desarrollarse. Y este ejemplo sirve también para los amigos y personas que realmente aprecies en la vida.
En conclusión, aunque tenemos diversas formas de financiación, deberemos acercarnos a aquella que esté más cerca de nuestros objetivos. Por ejemplo, si no queremos depender de absolutamente nadie, si no queremos compartir el capital o si deseamos hacer un proyecto colectivo de gran volumen con microsocios como el crownfunding.
Un amplio abanico que elegir.