Porque trabajas de sol a sol, porque tu compromiso con la empresa es total, porque llevas cobrando lo mismo desde que llegaste, aunque ahora tienes muchas más tareas. Porque sabes que tus jefes te valoran y eres un crack en lo tuyo. Los motivos por los que mereces un aumento son muchos, y podríamos estar aquí hasta mañana. Y tal vez tus jefes también los conozcan. Entonces, ¿a qué vienen esas vergüenzas? ¿Por qué no reclamas lo que te corresponde? Tal vez sientas miedo a una negativa o a que, por pedir, tu jefe empiece a verte como un trabajador ambicioso que sólo se mueve por el dinero. Por eso, hemos pedido a directivos de Reale Seguros, Canon, Relevant.Ninja, Alcampo, Ebocame y al experto Julio García, para que nos den unos cuantos trucos para conseguir lo que mereces. Esta misma tarde te irás a casa con un sueldo revisado al alza. Coge papel y boli, que esto te interesa.

Analiza la situación y el terreno
Fundamental. El director de Recursos Humanos de Canon España, Philippe Marxuach, explica que “se ha de tener en cuenta la cultura y procesos de la empresa, así como su contexto económico, para orientar adecuadamente la petición”. Julio García, quien fuera responsable de selección de Canon España, anima a actuar como un ‘cazador’: “Hay que saber cuándo ‘cazar a la pieza’ y encontrar el mejor momento para pegar el tiro, ese día de la semana en el que tu jefe te recibirá de la mejor manera”. García asegura que el viernes al medio día suele ser un buen momento “porque todos estamos más relajados y, además, tenemos el fin de semana por delante para dejar que la petición se asiente”. Por su parte, José María Chiarri, director del departamento de Gestión del Talento de Canon España, considera que “el mejor momento es un par de meses antes de que se revisen los salarios de los trabajadores que, por regla general, ocurre en enero, coincidiendo con el cambio de año”.
Actúa en positivo
“Estoy contento y motivado con mi trabajo, por lo que me gustaría una remuneración mayor, si es posible”. Esta es la frase mágica para Julio García, que ahora trabaja como formador independiente impartiendo cursos de comunicación para el empleo. Por otro lado, desde Canon España se anima a que “seamos capaces de transmitir con convicción e ilusión cómo vamos a continuar contribuyendo al éxito de la empresa a medio y largo plazo”. Siempre debemos, según los directivos, subrayar nuestro compromiso y explicar cómo vamos a trabajar para que la empresa prospere. Y, ¿de qué manera hacerlo? Según Juan Luis Saldaña, de la agencia de estrategia online y diseño web Relevant.Ninja, “propiciando una conversación nada tensa, pero que no parezca demasiado informal, ni adoptando una postura que pueda sonar a que estamos pidiendo perdón de antemano”.
Elige bien tus palabras
Saldaña subraya también la importancia de usar un lenguaje claro, directo y cercano, en la línea del consejo anterior. “Debemos adoptar un tono distendido pero serio y crear un ambiente personal, una conversación sin mucha ceremonia pero bien argumentada”. Desde Ebocame, la primera revista sobre felicidad en el trabajo, su director comercial Manuel Torres anima, además, a preparar el discurso: “Las palabras utilizadas deberán ser fruto de una improvisación ensayada; no hay que dejarlo todo al azar pero tampoco escribir un relato que repitamos de memoria”.

Ensaya delante del espejo
Por eso, conviene repetir el discurso varias veces, aunque sin el objetivo de repetirlo a modo de cinta. El coach Julio García propone incluso “grabar las frases en el móvil, hacer tantas simulaciones como sean necesarias y adoptar también el rol del jefe, para poder adelantarte a sus posibles preguntas. Y siempre poniéndonoslo difícil, planteando los peores escenarios para que, si se producen, podamos salir airosos con respuestas brillantes”. Se trata de que detectes palabras o expresiones que puedan sonar ambiguas o que produzcan rechazo y que las cambies por otras más adecuadas al mensaje que pretendes transmitir.
Comunica con eficacia
Ya sabemos qué decir y cómo pero, ¿en qué ideas debemos hacer más fuerza? José María Chiarri, de Reale Seguros, explica que podemos pedir un aumento apoyándonos en dos factores: según el valor del puesto dentro de la empresa y según nuestra manera de desempeñarlo, de nuestro valor dentro de la compañía. En el primer caso, habrá que subrayar el grado de especialización del puesto, la necesidad de dominar habilidades sociales y el impacto que tiene la labor del cargo en la marcha de la empresa. En el segundo, deberemos realzar cómo nos hemos ganado nuestra autonomía, cómo nos hemos convertido en el mejor perfil para desempeñar el cargo y cómo, con todo ello, hemos logrado los mejores resultados. Sí eres una pieza importante, haces bien tu trabajo y conoces el sistema: pues dilo.
Hazlo siempre en persona
Juan Luis Saldaña, de Relevant.Ninja, impone como requisito indispensable que la petición sea siempre cara a cara y en el despacho; nada de correos ni llamadas de teléfono y nada de hacerla en la máquina de café. Sólo así lograremos generar ese ambiente profesional que nos hará salirnos con la nuestra. No le pidas dinero a tu jefe cuando está en un ambiente "de colegueo" si pretendes valorarte como profesional, tiene que notar que tú también le respetas a él.
Pide más responsabilidad
Estás preparado, porque llevas mucho tiempo trabajando y ya dominas más campos que cuando entraste. Por eso, para pedir un aumento, tal vez debas ofrecerte para asumir más responsabilidades. Saldaña asegura que “cuanta más responsabilidad asumas y mas autónomo seas, mejor le irá a la empresa. Así, tus jefes estarán encantados de pagarte más, porque también sacarás adelante mucho más trabajo”.

Pide ayuda a tu superior inmediato
Para Philippe Marxuach, de Canon España, resulta fundamental que “el trabajador se apoye en su jefe directo para que este le ayude a identificar cuál es el mejor momento y los mejores modos para solicitar el aumento. También, para que le oriente para preparar la reunión”. Es lógico: los jefes intermedios están a caballo entre tu puesto y el de los altos directivos, y él sabrá mejor cuándo y cómo debes pedir la subida que te corresponde. En Ebocame, Manuel Torres también aconseja “realizar una memoria de todas tus actividades y mantener informado a tu superior en todo momento, para que él sea el primero en valorarte”.
No te compares con otros compañeros
Error garrafal. Marxuach, de Canon España, considera que compararse con el trabajo de los demás es negativo, puesto que dará imagen de posibles envidias sin fundamento. En la misma línea, desde Reale Seguros se nos invita a “centrarnos en la evolución de uno mismo en el puesto y desempeño de las funciones de uno, y no en las del resto”.
No tengas miedo
José María Chiarri también nos anima a pedirlo sin ningún rubor, siempre que merezcamos el ascenso. “Aunque se crea que la respuesta va a ser negativa y no se va a conseguir el aumento, siempre que la petición esté bien fundamentada, es bueno hacerla”. Tal vez la subida no llegue inmediatamente pero tú has hecho lo que tenías que hacer: sembrar. Eso sí, Chiarri añade que “si no se tienen claros los argumentos, es mejor esperar. Hay que estar muy convencido para dar el paso”.

Sin embargo, existen empresas en las que las políticas de Recursos Humanos son un tanto diferentes. Bien por regirse por convenios o por ser multinacionales, compañías como Alcampo apuestan por que “el reparto de poder se alcance promoviendo el trabajo en equipo, la colaboración, la responsabilización, la cercanía y el management de proximidad”, según María José Rebollo, responsable de comunicación. “Por eso – explica – las relaciones entre jefes y empleados no son las tradicionales y todos trabajamos en equipo, siempre en contacto con los superiores”.
Pero si tu empresa no sigue estas políticas, anota bien todos estos consejos y ten presente el que ofrece el formador Julio García: “Persuade con la mejor de tus sonrisas, con tu mejor imagen, con tu tono de voz más agradable y, si no lo consigues esta vez, la próxima tendrás el camino más allanado”. ¡Suerte!