La falta de inspiración, la falta de motivación, la falta de aspiraciones...pueden llegar a ser muy peligrosas si se convierten en algo rutinario y no ponemos remedio. No te decimos que el camino sea fácil, pero sí que vale la pena intentarlo:
Reflexiona
Qué es lo que te hace estar así, por qué no rindes como deberías o qué es lo que te desmotiva. Coger papel y lápiz y hacerte un esquema del problema y de la posible solución ayuda a clarificar los motivos que te han hecho decaer. A veces puedes llegar a la conclusión de que la única solución es un cambio radical, empezando por dejar de hacer lo que estás haciendo.
Establecer metas, objetivos y tiempos cortos
En ocasiones estamos quemados por la mala planificación de las tareas, tiempos y objetivos que nos marcamos. Es preciso determinar un mapa o guía que nos ayude a solventar los problemas diarios, de forma que nos propongamos objetivos alcanzables y realizables. Objetivos de ámbito diario y semanal que puedan desembocar en objetivos más a largo plazo. La meta es poder lograr una visualización del cumplimiento de tus objetivos.
Cerca las relaciones
Aunque está muy bien establecer relaciones y hacer amigos, tanto en la universidad como en el curro, en determinadas ocasiones estas desvían la atención de lo realmente importante, ya que creas compromisos innecesarios, repercutiendo en tu rendimiento y la atención.
Sin embargo, la comunicación es vital para una vida productiva, así que establece y acude a aquellas personas que realmente te puedan aportar valor y te ayuden a conseguir lo que quieres, que hagan tu trabajo más fácil.
Descansos
Los descansos deben ser algo obligatorio, pero pausas cortas, que no te hagan desentenderte de aquello en lo que estás inmerso.
NO
'No' a recibir más carga de trabajo, 'no' a los compromisos que nos quitan de nuestra centralidad, 'no' a alargar la jornada. En definitiva, debemos aprender a quedarnos con aquello con lo que estemos más cómodos y nos genere tranquilidad. Aprender a decir 'no' es la tarea pendiente de mucha gente y el origen de multitud de problemas.
Sé feliz
Duerme lo debido, afronta con ánimo lo que tienes pendiente, sé valiente y emocionalmente feliz. Tomarse la vida con filosofía, reducir el estrés y permanecer estable, huyendo de la alteración, puede ayudarte enormemente a la predisposición de tus responsabilidades. Todo el mundo se fija en la gente estable e intenta alejarse de aquellos que siempre están tristes, estresados y que proyectan toxicidad.
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