Y de repente… ¡pam! Das con la clave. Llámalo invento, idea, solución. El caso es que tu cerebro ha alumbrado un proyecto con increíbles posibilidades. Pero, y ahora, ¿qué? Porque no vale con eso. De hecho, tal vez tener la idea revolucionaria sea lo más sencillo. Ahora toca ponerla en marcha, y para eso debes ser capaz de encontrar la mejor manera de echarla a andar. Son muchos los casos de éxito de personas, como tú, que también tuvieron en su día una revelación y no se conformaron con apuntarla en una libreta, sino que se armaron de valor y la convirtieron en una realidad en Internet. Aquí va una inyección de inspiración:
Couchsurfing, alojamientos por la cara
Couchsurfing es tan sencillo como registrarte y buscar, en tu lugar de destino, a alguna persona que quiera cederte su sofá a cambio de compartir contigo la experiencia de conocer su ciudad. La idea fue de Casey Fenton, un joven americano que tuvo la suerte de pillar unos billetes baratos a Islandia, quiso ahorrarse el dineral de la estancia en hoteles o albergues y escribió a unos 1500 estudiantes del país. El resultado: cientos de jóvenes como él ofreciéndole sus casas desinteresadamente, buscando sólo conocer gente nueva.

Nomad, la moda sobre ruedas
Tener una tienda física es un gasto que no todos pueden siquiera plantearse. Por eso nació Nomad y por eso Jessie Goldenberg, con sus 26 años y una pasión desmedida por la moda, decidió sumarse a la tendencia de las furgonetas y montar una tienda itinerante. Su fashion truck comenzó a recorrer las ciudades y pueblos de Estados Unidos cargada con las creaciones de jóvenes diseñadores, y ha llegado a tener 500 de estas tiendas en movimiento permanente por los 50 Estados del país. El modelo es sencillo: anuncia a través de su web las rutas que recorren para que, al llegar al destino, haya decenas de personas esperando encontrar la última moda a buen precio.

Chicfy, vaciadores profesionales de armarios
La de veces que abrimos el armario y tenemos que apartar cosas que ya no nos ponemos, que ya no nos gustan, que se nos han quedado pequeñas pero que nos resistimos a tirar. Ese es el punto de partida de Chicfy, un mercado de segunda mano online, en el que cada uno puede “abrir su armario” y ofrecer toda esa ropa que ya no utiliza, a la vez que navega por los vestidores de otros usuarios. Nono Ruiz, uno de los fundadores de Chicfy, comentó a su novia que debía hacer limpieza de armario. “¿Por qué no venderla en lugar de regalarla?”. Y de ahí, a gestionar el mercadillo de ropa más grande de España.

Hailo, un taxi sin levantar la mano
Dónde quedó aquello que vemos en las películas de silbar para parar a un taxi. Ahora, basta con descargar Hailo y pedirlo con el móvil y hacerle un seguimiento en un mapa para saber cuándo va a llegar exactamente. Y se acabó lo de quedarte sin cambio, porque estos sistemas también permiten pagar con el móvil y recibir la factura en el mail. Y lo mejor: ninguno de los dos fundadores de estos sistemas pasaban de los 40 cuando los crearon.

Voyage Prive, vacaciones de lujo a precio de pobres
El primer club privado de viajes de lujo a precios de bolsillos pelados. Te garantizan una experiencia perfecta con hoteles de cuatro y cinco estrellas en los mejores lugares del mundo y a precios extremadamente bajos. La idea surge en 2008 y a día de hoy ya cuenta con 10 millones de usuarios que ya se han ido de vacaciones gracias a esta web.
¿Todavía tienes dudas de lanzarte a la piscina e intentarlo? Pues espero que no.