5 consejos para sobrevivir en un trabajo que detestas

Si lo que quieres es terminar con esa actitud negativa y alegrar al fin un poco tu vida, te contamos en cinco consejos cómo hacerlo.

Dicen que una de las claves de la felicidad es "querer lo que haces, en lugar de hacer lo que quieras". Y aunque la teoría es muy bonita, la realidad es que en el día a día no es tan fácil llevarlo a cabo. Sobre todo, cuando te pasas ocho horas al día en un trabajo que detestas.

Pero como flagelarse no sirve de nada, lo mejor es que hagamos algo realmente valioso que nos ayude a cambiar el chip y haga que nuestra rutina sea más llevadera. Así que si lo que quieres es terminar con esa actitud negativa y alegrar al fin un poco tu vida, te contamos en cinco consejos cómo hacerlo.

1. Cuida tu cuerpo

Tu body necesita un mantenimiento diario para estar bien. Esto es así. Por eso es muy importante que dediques tiempo cada día a hacer una actividad física. Eso no significa que tengas que ir al gimnasio  a darlo todo, bastará con un simple paseo con algún amigo o solo, como prefieras; bailar un rato en tu casa; o incluso también puedes quedar para jugar una partido de tu deporte favorito. Así será más divertido. Hacer ejercicio, no solo mejorará tu salud física, también la mental. De hecho, numerosos estudios han demostrado que 20 minutos de ejercicio al día son suficientes para alegrar nuestro estado de ánimo durante 12 horas. Así, los malos rollos o el estrés que puedas tener en el trabajo se esfumarán antes de lo que crees.


2. Equilibra tus tiempos

Otro aspecto fundamental es saber separar vida personal de la profesional. Es decir, no mezclar tiempo de trabajo con ocio y, menos aún, ocio con trabajo. Este equilibrio te ayudará a sentirte mejor y a disfrutar más aún, si cabe, de tu tiempo libre. Se acabó lo de llevarse el trabajo a casa. Tu tiempo personal debe ser de calidad para que luego afrontes la jornada laboral con más fuerza y ánimo. Los woerkaholics tienden a descuidar ciertos aspectos de su vida y eso a la larga acaba repercutiendo también en el trabajo. Así que, ya sabes: equilibra bien los tiempos y te sentirás mucho mejor.


3. Conecta con lo natural

Muchos de nosotros nos pasamos la mayor parte del tiempo encerrados en una oficina con luz artificial y pisando asfalto. Por no hablar ya de la calidad del aire que respiramos en las grandes ciudades, claro. Y toda esa artificialidad afecta mucho a nuestro estado de ánimo. ¿Solución? Escápate siempre que puedas a la montaña o a la playa para oxigenarte y conectarte con lo natural. Los científicos aseguran que el contacto con la naturaleza reduce la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico. Además, mejora la autoestima y reduce la ira, la tensión y la confusión.


4. Tus amigos son bien

Si no estás a gusto en el trabajo, es probable que te sientas un poco solo. Sobre todo si te pasas el día delante de una pantalla con los auriculares puestos. Y como seres sociales que somos, eso nos hace sentir mal. Por eso es importante que dediques tiempo a estar con tus amigos. Planea cosas con ellos a corto y a largo plazo y no dudes en buscar un rato con ellos al salir del curro para tomar algo. Esa charla será la mejor medicina y te ayudará a despejarte.


5. Piensa en el dinero

Puede parecer frío, pero es la pura realidad. Al final, estás trabajando para ganar dinero y gracias a ese trabajo puedes invertir en aquello que te gusta: viajes, conciertos, deporte, etc. Por eso recordar el motivo real que te hace ir a tu oficina cada día te motivará para seguir haciéndolo. Además, ten en cuenta que hay mucha gente que está en el paro y que no puede seguir con sus proyectos por falta de dinero.

En cualquier caso, si después de seguir estos cinco consejos sigues mal, tampoco es cuestión de amargarse. Quizás ha llegado el momento de que te plantees un cambio. Hoy en día, hay mucha movilidad laboral. Todo es muy cambiante y seguro que, si empiezas a echar un vistazo a las ofertas laborales que hay en tu sector, pronto saldrá algo nuevo. GO!