El ‘gato acostado’, la ‘selva negra’, el ‘seto del jardín’ o directamente el ‘felpudo’. Existen cientos de maneras de referirse a una vulva con pelo y casi todas ellos carecen de un mínimo de romanticismo. El tema es que nuestra sociedad no le otorga precisamente el primer lugar en los concursos de belleza a los rizos del Monte de Venus. Se impone la dictadura de la depilación sin más cuestionamiento y nuestra amiga la esteticién gana dinero mientras tortura entrepiernas.
La cosa es tan complicada que en el mundo anglosajón se ha organizado todo un debate en torno a aquellos tíos que huyen despavoridos cada vez que se encuentran cara a cara con la madre naturaleza en su estado más puro. Es decir, esos hombres que llegarían al extremo de suspender una relación sexual debido al exceso de vello púbico y que, al parecer, no son pocos. Los mismos que han impuesto como depilación los bigotitos de Hitler, la pista de aterrizaje, el triángulo de las Bermudas o, directamente, el coño de la Barbie.
Según una reciente encuesta, que analizó los comentarios de 4.146 hombres entre los 18 y los 35 años en las redes sociales de las revistas Esquire y AskMen's, el 46% de los hombres prefieren la vulva completamente rasurada mientras que el 30% optan por un vello púbico ‘arreglado’ y solamente el 12% prefieren una línea fina. Pero, prepárate que vienen curvas: el 30% de ellos optarían por una ‘bomba de humo’ en caso de encontrarse un pubis natural que se vea “a través de la ropa interior” o “asomando por arriba”. Vamos que les cortaría todo el rollo y se inventarían algo para huir.
De poco importan las advertencias de los expertos sobre los riesgos de someter a una parte del cuerpo tan delicada a la agresión de las cuchillas, la cera, las cremas o el láser. “Aumenta el riesgo de infecciones por los pequeños cortes que se producen el área púbica”, declaró la doctora Luisa Dillner a las advertencias de los expertos tras publicar un texto en The Guardian criticando la moda de eliminar el vello púbico. Así que ya sabes, si los enemigos de lo natural quieren huir que huyan, tu salud y las advertencias de los expertos.