Vives sin jefe, te dedicas a lo que te apasiona y ya de paso puedes volar y lanzar rayos láser con los ojos. Así es como algunos ven al emprendedor: un ser casi inmortal, que vive feliz porque tiene una especie de suerte mágica de poder dedicarse a lo que le gusta y sin horarios. ¡Nada más lejos de la vida cotidiana y real de un emprendedor!
Estos son algunos de los típicos mitos que hay por todas partes acerca de emprender, y que es importante conocer para poder elegir lo que más le convenga a cada uno.
1. Emprender te permite vivir haciendo SOLO lo que te apasiona
Por supuesto que cuando emprendes aumentas tus posibilidades de dedicarte a lo que te apasiona, porque coges las riendas de tu vida profesional y los objetivos los marcas tú, pero en el camino de emprender, sobre todo al principio, es altamente probable que también tengas que hacer cosas que no te gusten.
Por mucho que seas ilustrador, creador de apps o escritor, no todo será creatividad, sino que también hará falta auto-disciplina muchas veces, para cumplir plazos con tus clientes, llevar hasta el final tus ideas o incluso tareas más logísticas como gestionar tu contabilidad.
2. Si tienes talento y motivación, el éxito está asegurado
Emprender, como cocinar o cantar, es un arte. El talento claro que cuenta, y que te encante lo que haces por supuesto que ayuda mucho a que seas bueno, pero también hace falta practicar mucho, entrenarse y cometer muchos errores.
Solo a base de repetir, dedicarse muchas, muchísimas, horas y cometer unos cuantos errores, al final te saldrán los guisos más sabrosos, los cuadros más bonitos y podrás tener la empresa más sólida. Como dice Tom Kelley, “fracasa a menudo para que puedas tener éxito pronto”.

3. Emprender es cumplir el sueño de vivir sin jefe y sin horarios
No conviene que seas emprendedor si tu máxima motivación es huir de las responsabilidades. El camino del que inicia un negocio por su cuenta implica mucho sacrificio. Solamente es una aventura maravillosa si tienes una motivación positiva, es decir, no basada en lo que NO quieres, sino en lo que SÍ quieres: esas grandes ideas, sueños, proyectos y planes que quieres tener la libertad para llevar a cabo.

En cuanto a los horarios, en realidad solo puedes sobrevivir como emprendedor si tienes horarios de algún tipo. Hace falta cierta disciplina en cuanto a horas de sueño, comidas y métodos de trabajo. La única diferencia es que te los marcas tú, porque si no lo haces, será difícil sostener el ritmo en el tiempo.
Nadie dijo que sería fácil, sino que valdría la pena. Puedes ser muy feliz como emprendedor, e incluso aportar algo muy valioso a la sociedad y a muchas personas. Pero antes de iniciar tu viaje, asegúrate de preparar bien la maleta y sobre todo tu actitud para una extraordinaria aventura que te transformará para siempre.
Crédito de la imagen: Maud Chalard