Admitámoslo, ya somos mayorcitos y nos empieza a preocupar cómo gestionar nuestro dinero. Vamos necesitando saber más mecanismos de ahorro y rentabilidad que nos permitan afrontar mejor nuestro día a día, los estudios, los primeros gastos y una vez comencemos a trabajar, gestionar nuestro salario. Los bancos saben bien estos tipos de cosas y compiten cada vez más por hacerse con la franja de clientes más jóvenes, ofreciendo todo tipo de productos adaptados y convenidos.
Para que no te pillen en fuera de juego, te vamos a explicar algunas de las fórmulas por las que podrás sacarle un máximo rendimiento a tu dinero:
Renta fija
Si queremos poder rentabilizar nuestro capital y no queremos correr riesgos de pérdida o no entendemos demasiado, la renta fija y los garantizados son la mejor elección. Invertir con seguridad, por ejemplo, en bonos y letras del estado. Es una de las modalidades más empleadas, prestas el dinero al Estado por un tiempo, asegurándote el retorno. Actualmente no tiene mucha rentabilidad, pero es bastante segura.
Comprar activos para su venta sin especular, o sí es otra de las motivaciones para sacarse un dinero. Quién no ha pensando alguna vez en comprar algo, esperar a que revalorice y luego vender, ¿verdad? Algunas de las innovaciones en esta modalidad se tratan de inversiones a largo plazo, como comprar terrenos o árboles para extraer madera y similares. Sin duda una inversión que tarda en recuperarse pero que en varios años puede ofrecer de forma segura una buena rentabilidad.
Renta variable
Su nombre puede chocar un poco, pero es la parte de las finanzas que más dinero nos deja. Con algo más de riesgo pero bastante segura también dependiendo del producto, tenemos desde cuentas ahorro, depósitos de diferentes duraciones y fondos garantizados, hasta la bolsa y mercados más complejos. Por ejemplo, los fondos de inversión garantizados pueden aportar rentabilidades bastante por encima de la media sin que el dinero corra riesgo.
La bolsa es más volátil y se necesitan conocimientos más específicos, pero por ejemplo los seguros de ahorro tienen poco riesgo y suelen dar rentabilidades medias. Así, podemos contratar un sistema que permita realizar aportaciones sistemáticas con un interés y que cuando queramos rescatar nuestro dinero, tengamos un buen pico con el que afrontar estudios, vivienda, etc.
Nuevas modalidades
Con el incremento de la economía colaborativa, han surgido nuevas formas tanto de financiación como de lucro, como el crownfunding. A pesar de que está asociada a proyectos solidarios, existen webs y cooperativas intermediarias que ponen de acuerdo a inversores con personas necesitadas de financiación. Se trata de una evolución de los préstamos entre particulares pero con la diferencia de que no tienes que conocer al interlocutor, sino solo prestarle dinero y asegurarte que el dinero va a proyectos viables, lo que suele dejar también buenas rentabilidades.
Otras ideas más excéntricas son las que suelen atraernos más, pero hacernos caer también más a menudo. Imaginad que nos vamos al casino o al bingo a intentar doblar o triplicar lo que llevábamos o jugar al póker, actividades que cada vez atraen a más jóvenes y les hacen perder todo.
Así que ya sabéis algunas formas de poder sacar una buena tajada de vuestros ahorrillos. Todo se basa en informarse de los productos que nos puedan ofrecer, la garantía de devolución, el tiempo de retorno y si nos cuadra con lo que necesitamos en este justo momento.