El Gobierno de España ha decidido que es hora de cambiar los límites de velocidad: el tope legal estará en 130km/h. Eso sí, en función de las características de cada carretera se podrá circular más rápido o más despacio, siempre dependerá del caso. ¿Los motivos? Reducir la velocidad por seguridad o aumentarla por ecología. Esta medida nos parece buena, pero el problema son los gastos que hay detrás y, sobre todo, que no se terminan de decidir: en 4 años habrá 4 límites de velocidad diferentes. Y cambiar todas las señales de la red nacional de carreteras no es que sea precisamente barato.
A principios de 2011, los vehículos podían circular a 120km/h en las autovías y autopistas españolas, algo que el Ejecutivo del PSOE decidió reducir a 110km/h para ahorrar gasolina. Cambiaron todas las señales, pero al poco tiempo dieron marcha atrás porque vieron que no funcionaba. En resumen, volver a establecer el límite previo de 120km/h y cambiar otra vez todas las señales. ¿Qué ocurre ahora? Que se quiere subir la velocidad a 130km/h y esto conlleva otro gasto adicional. ¿Quién lo paga? Exacto, tus impuestos.
La Directora General de Tráfico ha adelantado que el límite de 130km/h dependerá de los tramos y de las condiciones meteorológicas, mientras que en algunas carreteras secundarias bajará de 100 a 90km/h. Por su parte, las ciudades también sufrirán modificaciones; la velocidad se reducirá a 30km/h en las vías con un carril por sentido y a 20km/h en las que cuenten con una plataforma única para la acera y la calzada. En los demás casos, se mantendrá el límite en 50km/h.
Si nos remitimos a las ocasiones anteriores, los datos oficiales muestran que esta modificación tiene un coste medio de 250.000€. Hay que costear el cambio de las pegatinas en las señales y pagar a los operarios que las instalen... ¿Cuántas señales crees que puede haber en todo el país? Hacerlo una vez vale, pero una tras otra puede a llegar a considerarse un despilfarro económico. La normativa todavía no se ha aprobado formalmente, pero todo hace presagiar y más con la mayoría absoluta del partido que la ha propuesto que después de Navidades cambiará.
Señores del Gobierno, sabemos que siempre hay choques de opinión, pero pónganse de acuerdo en ciertos aspectos. Poner, quitar, cambiar, retocar... o lo que sea que les hagan continuamente a las leyes, no beneficia a los ciudadanos si hay modificaciones constantes tanto en la misma legislatura como en la que la precede. Educación, sanidad... La lista es interminable. La clave está en hacer las cosas bien desde el principio, no es tan complicado.
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