¿Por qué comemos carne?

Es curioso que hayas crecido viendo esto, leyendo esto y abrazando esto ,y sin embargo, permitas esto otro. La empatía natural hacia los animales hace que puedas cuidarlos e incluso quererlos y, sin embargo, comemos tanta carne que cada minuto se sacrifican 180.000 animales,que hasta entonces han malvivido en espacios reducidos, estresados, mal alimentados, mutilados o atiborrados de antibióticos. Esto no suena a precisamente a cuento de Disney, pero varios factores en tu infancia te hicieron normalizarlo. ¿Recuerdas cuando te diste cuenta de que te estabas comiendo a Tambor, o a uno de los Tres Cerditos? Cuando por ejemplo los niños ven en la televisión esos animales y de repente les pones el mismo animal en el plato de la mesa, no quieren comérselo, porque ellos son mucho más coherentes, todavía no han recibido todos esos inputs culturales que les dicen que esos sí se pueden comer a pesar de que puedan también ser tus amigos. Si nunca te llegó a chocar es porque ya te habías empapado de un sistema de creencias llamado carnismo, que impulsado por la desinformación y los intereses de la industria, justifica el consumo de carne repitiendo hasta la saciedad las “tres N: que comer carne es “normal, natural y necesario”.