Golden Globe Race: un año en solitario, sin internet y dando la vuelta al mundo

El próximo 1 de Julio, se dará la salida a 18 navegantes solitarios a la que podría ser la prueba deportiva más larga y dura jamás realizada

Con un brazo en alto y el otro aferrándose a la popa del Suhaili —“la estrella” en árabe— el británico Sir Robin Knox-Johnston llegaba en un soleada mañana de abril 1969 al puerto inglés de Falmouth después de circunnavegar el globo en solitario y sin escalas. Atrás quedaban 313 días en los que el azul del horizonte y el salitre del océano fueron los únicos estímulos que acompañaron al que por entonces era un experimentado lobo de mar de tan solo 29 años. 

Medio siglo después, el próximo 1 de Julio, se dará la salida a 18 navegantes solitarios a la que podría ser la prueba deportiva más larga y dura jamás realizada, la Golden Globe Race. Se trata de realizar la vuelta al mundo sin escalas y por la ruta más extrema la que pasa por Cabo de Hornos, sin ayudas técnicas y sin ningún tipo de contacto físico en pequeñas y viejas embarcaciones anteriores a 1988 que van desde los 9,75 a los 12 metros de eslora y que tendrá unos 300 días de duración aproximada.

La salida y llegada será en Les Sables d´Ólone Francia y conmemorará los 50 años de la mítica primera regata de la vuelta al mundo de Sir Robin, que por cierto, donó las 5.000 libras del premio —un dineral para 1968— a la familia del navegante Donald Crowhurst quien se suicidó intentando alcanzar la misma hazaña sin éxito llegando incluso a mentir sobre sus posiciones. Una prueba más de la extrema dureza física y mental de aquellos hombres que se lanzaron a dar la vuelta el mundo sin ningún tipo de ayuda.

Precisamente, para mantener el espíritu de la primera regata los navegantes tendrán prohibido el uso de las nuevas tecnología habituales en las regatas de alto nivel mediático: nada de GPS, pilotos electrónicos, potabilizadoras de agua, comunicaciones por satélite, etc. Solo se podrán comunicar con equipos de radio frecuencia tipo radioaficionados y posicionarse mediante sextante y cartas de papel y corredera como se había hecho siempre hasta hace unos 30 años. 

La embarcaciones tampoco podrán ser high tech ni utilizar materiales “exóticos”. Deberán llevar alimentos y agua para sobrevivir en total aislamiento hasta un año. La edades de los navegantes van desde los 28 a los 72 años que deberán tener una gran estabilidad emocional para poder estar casi un año aislados en un ambiente, frío, inhóspito, y con muy pocas posibilidades de rescate si algo va mal. Algo que no asusta a Susie Goodall, la única participante femenina y la más joven de la competición.

Esperemos que las condiciones que acompañen a quienes se inicien en este reto sean lo más propicias posible y que historias como las de sir Robin y el Suhaili se sigan repitiendo otro medio siglo más. ¡Que tengan una buena travesía!