Escapada a Nápoles por el puente de la Constitución

Los lugares imprescindibles y las dos mejores pizzerías de la ciudad 

Las calles desaliñadas, la mundanidad de sus gentes, la idolatría por Maradona que solo se encuentra en Argentina. Nápoles, cuna de una de las mejores comidas del mundo, la pizza. La ciudad del sur de Italia es un destino que, en comparación con las exuberantes Roma o Florencia, ofrece una visión más callejera y gamberra del país. De hecho, muchos seguramente la conocerán por la famosa serie de Gomorra, sobre la mafia instalada en el barrio napolitano de Gomorra. 

Nápoles es una ciudad que con cuatro días da de sobra para visitarla, por lo que se convierte en un destino excelente para esos puentes que hay durante el año, como puede ser el de la Constitución. Así pues, lo bueno de visitar Nápoles en diciembre es que, aparte de librarte de la época turística, también podrás disfrutar del ambiente navideño napolitano. O mejor dicho, de la comida navideña napolitana, como los espaguetis con almejas, la anguila frita y el bacalao seco, o los dulces típicos como los struffoli y los mustaccioli. Los strufolli son bolas de masa frita cubiertas de miel, mientras que los mustaccioli son las mismas bolas cubiertas de chocolate, pero rellenas de canela, nuez o almendras.

Ahora bien, no todo es comer cuando se va Nápoles. Los lugares indispensables para visitar son primero de todo las ruinas de Pompeya, a los pies del Vesubio. Para llegar allí puedes hacerlo con autobús o tren, o bien alquilar un coche turístico. Aviso para navegantes: visitar solo la ciudad de Pompeya, dejando sin ver Herculano, ya te llevará un día. Así que planifica tu viaje teniendo en cuenta que un día, como mínimo, lo vas a gastar visitando las ruinas.

Dentro de la ciudad hay zonas indispensables, como el barrio Latino, hogar de artistas y bohemios del siglo XX. A pocos pasos de esa zona se encuentra el Castel Capuano, una fortaleza que hoy en día hace de sede del tribunal civil de la ciudad. Como, si por algo es famosa Italia, es por sus iglesias y catedrales, por lo que sin duda hay que visitar el Duomo di Napoli. La Catedral cuenta con elementos góticos, neogóticos, barrocos y una cripta renacentista.

Otro punto de interés que no te puedes dejar sin vista es la Madonna con Pistola, la única obra que Bansky dejo en la ciudad. Está protegida con un marco y un cristal por los dueños de los comercios vecinos: la Pizzeria Dal Presidente y el anticuario Agostino “El Loco”.  En una de las calles de la ciudad también puede encontrarse el mítico mural de Maradona.

Bajo los pies de Nápoles también se pueden visitar las catacumbas, aunque se trata de un tour a prueba de claustrofóbicos. Durante la Segunda Guerra Mundial fueron usadas por sus habitantes como refugios contra los bombardeos. Pero lo mejor siempre es perderse por las callejuelas de la ciudad, dejándose sorprender por la vida napolitana. Eso sí, mejor no pasarse de listos e ir a visitar el barrio de Gomorra como el que no quiere la cosa.

Para comer no se te van a acabar las pizzerías y los restaurantes de pasta. Aunque uno de los clásicos baratos es la pizzería Da Michele. Pero la cosa no acaba aquí, también está la pizzería Brandi que tiene más de 200 años de vida. En las paredes del restaurante está colgada la carta enviada por la reina Margarita que acredita al restaurante como el inventor de la receta que lleva su nombre. Así que si vais allí dejas de remilgos y comeos una buena margarita.