Una psicóloga desmonta el mundo ideal que nos vende Mr. Wonderful

Se levantó una mañana a trotar y se compró una taza de Mr. Wonderful que pone que Lo que parece imposible a veces tarda un poco más.

Mi mejor amiga no es graciosa, no se levanta todos los días con una sonrisa de oreja a oreja y tampoco —ya que estamos, lo cuento— tiene novio. Hace unas semanas, en ese inicio de año que tantas cosas promete y tantas otras deja en el camino, decidió que iba a cambiar su vida: se propuso levantarse todos los días a las siete y media de la mañana, hacer un poco de ejercicio, ir a clase, comer sano, leer una hora al día y hacer algo nuevo cada semana. El proyecto empezó como empiezan estos planes, con más palabras que acciones: se levantó una mañana a trotar y se compró una taza de Mr. Wonderful que pone que Lo que parece imposible a veces tarda un poco más.

Esta última semana ya se derrumbó. A pesar del buenrollismo de su taza y de sus propósitos bienintencionados y honrados, Mr. Wonderful no le había dicho que si no hacía nada las cosas se iban a quedar como estaban por mucha frasecita feliz que leyera mientras desayunaba. Su actitud, como durante todos estos años, se comenzó a parecer más bien a la de Mr. Puterful, el hermano miserable y honesto de Mr.W. Decidí entonces que le regalaría otra taza, una con una frase que fuese una metáfora de la vida misma: Hay días en los que solo necesito un abracito y un millón de euros.

No sé si mi amiga se sintió estafada, pero no hay datos ni estudios fiables que nos digan que el positivismo de Mr. Wonderful funcione. Para la psicóloga Elena Crespi existen dos opciones: una, que frases como Hoy es un buen día para sonreír vomito sitúen a las personas en una onda positiva que las anime a estar activas y emprender; y dos, que esperen que el Sueña despierto y harás cosas increíbles o el Si puedes soñarlo puedes hacerlo vomito otra vez les cambie la vida mientras esperan sentadas y de brazos cruzados.

Los expertos siempre dicen que una actitud positiva siempre ayuda, pero para la psicóloga Ainhoa Plata el problema de las frases de Mr. Wonderful es que son tan reduccionistas que no son reales. "Si tenemos en cuenta su mensaje, todo está en la voluntad. Es decir, voluntad de pasar de estar mal a estar bien. Si eso fuera así de fácil, nuestra profesión como psicólogos no existiría", cuenta.

Igual que a mi mejor amiga le gustaba leer cada mañana que sus propósitos los que consideraba casi imposibles tardarían en cumplirse pero acabarían llegando, a las personas les pasa lo mismo: les gusta que sus agendas les digan que son la leche, que ellas pueden con todo y que deben soñar despiertas. "Tienen que saber que el cambio es un proceso complejo, que no solo requiere voluntad, sino muchas otras habilidades que nos permiten luchar contra nuestras dificultades personales", explica Ainhoa Plata.

Las frases de Mr. Wonderful, sin embargo, son lo contrario: mensajes simples, muy asequibles y que generan falsas expectativas y confusión. Nos dicen que siempre tenemos que estar de buen rollo, que no podemos tener un mal día o sentirnos tristes. "No hay emociones negativas, las hay agradables o desagradables, pero todas son necesarias porque cumplen su función: nos aportan información sobre nuestro estado y nuestras necesidades", apunta Ainhoa Plata.

Puede ser gracioso mojar la tostada en una taza que nos anima a que no abandonemos nuestros sueños o que podemos con todo porque somos la bomba esta es mi favorita. Pero hay que saber que la taza es solo una taza, un objeto con una frase graciosa que no hace nada por nosotros. Es algo parecido a lo que pasó con los libros de autoayuda: se pusieron de moda y la gente los leía, pero por mucho leer, si uno no se aplicaba el cuento, no servían de nada. Si quieres comprar Calendarios anuales para planes geniales, empieza por lo último: decide qué quieres hacer y hazlo, y ya luego te compras la agendita.