‘Moonies’, la secta cristiana que venera a un rifle de oro y quiere destruir al comunismo

La secta de origen coreano se ha extendido por el mundo y sus fieles se preparan para un posible guerra mesiánica que decidirá la salvación de la humanidad

Imagina que cuando tienes 16 años se te aparece Jesucristo en tu habitación y te dice que eres el elegido en la Tierra para acabar con su obra inconclusa. Imagina que no solamente te lo crees sino que te vienes arriba y te propones unificar todas la iglesias cristianas del mundo, derrocar al comunismo/satanismo fabricando tus propios fusiles M16 y lograr que “los presidentes y los reyes se postren” a tus pies. Esto es, más o menos, lo que le pasó al joven Sun Myung Moon en su casa de Corea allá por 1936. 

Solo unas décadas después de su extraño delirio, el joven Moon se había convertido en el líder supremo de la Iglesia de la Unificación del Cristianismo Mundial y había extendido su secta a decenas de países en todo el mundo creando un imperio empresarial en el que se juntaban medios de comunicación, empresas armamentísticas y organizaciones filantrópicas de dudosa financiación.  En los años 70 la secta Moon reunió a cientos de miles de personas en Washington, el Madison Square Garden y el Yankee Stadium de Nueva York , algo que ninguna otra fe religiosa había logrado hasta el momento.

A pesar de que su líder falleció en 2012, los “moonies” continúan convencidos de que la llegada del “señor de la segunda venida” o “nuevo Mesías” está al caer y que ellos serán los elegidos para luchar a su lado por imponer los fundamentos de “El Principio Divino”, la especie Biblia escrita por Moon. La culpa de que el legado de este pseudomesías ultraderechista la tiene su esposa Hak Ja Han y sus hijos Hyung Jin Moon y Kook Jin Moon.

Estos no solamente no han dejado de lado su empeño de extender su secta por África o países occidentales como Estados Unidos y Europa, sino que han recrudecido su carácter anticomunista y han insistido en la importancia de portar armas como método para defenderse de satán: literalmente las armas están consideradas como instrumentos sagrados para luchar contra el mal y por eso están presentes en todas sus ceremonias religiosas desde misas a sus conocidas bodas multitudinarias. Su objeto más sagrado es un fusil AR15 de oro y portan coronas con municiones en sus ceremonias.

El problema con esta gente es que pueden parecer unos frikis pero llevan más de 70 años extendiéndose, manejan un complejo entramado industrial y aseguran tener células de cientos de fieles armados que esperan para actuar si entienden que llega el momento de defender su fe contra el avance del comunismo. Esperemos que haya mucha de fantasía en las afirmaciones de sus fieles y continúen siendo algo cada vez más minoritario pero teniendo en cuenta el clima de polarización extrema que se vive en países como Estados Unidos y las dos coreas, tener a miles de fanáticos armados no resulta nada alentador.