En la actualidad resulta bastante complicado divulgar leyendas sobre monstruos desconocidos. Por un lado, porque existen muchos más métodos tecnológicos de comprobación que pueden desnudar el engaño. Y, por otro lado, porque la sociedad es un poquito más científica que unos siglos atrás. El mundo ya no es un lugar tan inmenso e ignorado. Y aquellos monstruos que nacieron durante la Edad Media, como los gigantescos y horripilantes krakens o las colosales serpientes marinas, han perdido mucha credibilidad. Y más van a perder con los resultados de esta investigación: todos ellos eran simplemente penes de ballenas.
Diarios de marineros
Conducida por el premio Nobel Charles Paxton, el estudio exploró primeramente si todos esos monstruos que aparecen en los diarios de los marineros de la época eran en realidad ballenas. A fin de cuentas, estos cetáceos acostumbran a tener unas dimensiones enormes, lo que, unido al potencial desconocimiento que se tenía entonces de muchas de sus especies, podría haber dado lugar a la creencia de que eran criaturas del averno. Luego, y bajo el nerviosismo y el miedo, los testigos habrían tergiversado los detalles. Es así como una ballena de toda la vida para nosotros habría parecido un animal diabólico con características rarísimas.
Pero no cuadraba. No al menos con las descripciones de algunos de esos monstruos. "Una objeción seria a la teoría de la ballena es que la parte trasera del monstruo era descrita y dibujada como una serpiente. Aunque las ballenas se encuentran y pueden sobrevivir sin aletas, los cuerpos con forma de serpiente o anguila generalmente no se asocian con el empuje rápido que sería necesario para levantar todo el cuerpo fuera del agua", postulan lxs propixs autorxs en el paper de la investigación. No obstante y como apuntan desde Magnet, el monstruo sí "podría haber sido una parte de una ballena". Ahí comenzó la hipótesis del pene.
Miembros de casi dos metros
"Hay una explicación alternativa para la forma de serpiente. Muchas de las grandes ballenas barbadas tienen penes largos con forma de serpiente. Si el animal realmente cayó sobre su espalda, entonces su superficie ventral habría sido la más alta y, si la ballena se despertó, el pene generalmente retraído habría sido visible", defienden lxs científicxs. ¿Descabellado? En realidad no. A fin de cuentas, estamos hablando de penes que en ocasiones pueden alcanzar casi dos metros de longitud. Y en el caso de algunas especies concretas, como las ballenas francas, le acompañan un par de testículos de una tonelada de peso. Bestial.
Así que sí, la teoría podría ser cierta, puesto que dicho miembro rosado podría pasar tranquilamente por una cola de serpiente gigante. De ahí a las fantasías hay solo un paso. Especialmente si eran avistados de noche y sin demasiada luz. Sin embargo, esto no explica otros avistamientos populares como el del famoso monstruo del Lago Ness. Pese a que el año pasado corrió por internet el bulo de que también era un pene de ballena, "hay un gran agujero en esa teoría: el lago Ness es un lago y no hay ballenas en él", señalan en Magnet. Algunas leyendas parecen condenadas a seguir siéndolo para siempre.