Si alguna vez te ha escrito algún perfil de Instagram asegurándote que puedes ganar mucho dinero con las cryptomonedas, puede que más que hablar con una persona real de carne y hueso, estuvieras hablando con un bot. Los bots se han convertido en una de las herramientas con las que las sectas en España se dedican a captar nuevxs adeptxs a través de Internet. Pero, ¿cómo lo hacen realmente?
Las sectas siempre han captado a sus miembros a través de “anzuelos”, personas que se ganan la confianza de quien se quiere captar y los acaban metiendo gradualmente en el grupo. Durante una época todo el mundo tuvo algún amigo o amiga que le intentó vender unas charlas sobre cómo mejorar la concentración o lo que fuera, dependía del lugar, y donde en algunos casos, la pobre criatura finalmente fue a ver la ponencia sin esperarse que se encontraría con la antesala para ingresar a una secta. Y no, no son leyendas urbanas.
Según recoge Newtral, en España casi un 1% de la población está metida en una secta, lo que vendrían a ser unas 400.000 personas. Ahora bien, lo cierto es que con Internet el trabajo se les ha facilitado a las sectas. Primero de todo, porque internet siempre ha sido un gran campo donde se abonan con facilidad las teorías conspiranoicas y esotéricas. Esto no quiere decir que en un foro donde hablen sobre cómo tirar las cartas del tarot o donde se especule con teorías conspiracionistas ya sea una secta, pero sí que es el escenario ideal donde las sectas buscan a sus víctimas.
Los bots malditos, bots
Así, una de las herramientas que más utilizan las sectas para cazar gente online son las páginas web y perfiles falsos en internet. Pero para conseguir captar a sus nuevos adeptos, sobre todo hacen uso de bots. Un sistema no muy diferente de la archiconocida estafa del DM por Instagram en el que sorprendentemente te dicen que has ganado un iPhone. Es mentira, obviamente. Los bots no solo funcionan por DM, también es común encontrar en posts de publicaciones comentarios hechos por estos mismos bots que incitan a visitar los perfiles que sirven de puerta de entrada a las sectas.
Los perfiles y webs falsas son clave para conseguir ganarse la confianza de lxs posibles adeptxs. El contenido y los mensajes que allí aparecen solo son la punta de iceberg de la cosmovisión y funcionamiento de las sectas para, poco a poco, introducir a los posibles adeptxs. Incluso en Internet también hay sectas online que juegan con la exposición pública en redes en caso de que alguna persona intente salir, aunque siempre hay alguna quedada offline para ir controlando la situación.