Cada matanza en Estados Unidos en la que una persona entra armada en un lugar lleno de gente y comienza a vaciar su munición parece insuperable y cada vez le sigue una peor. En este caso el balance provisional es de 50 muertos y 53 heridos después de que un hombre entrara en un local gay de Orlando, Florida, la noche del sábado y comenzara el que ya es considerado el tiroteo más grave de la historia del país, la segunda peor matanza después del atentado terrorista del 11 de Septiembre de 2001.
El hombre, que murió en el tiroteo, ha sido identificado por la televisión norteamericana CNN como Omar Saddiqui Mateen, de 29 años y de padres afganos. Según la cadena, estaba fichado por el servicio de inteligencia FBI por las posibles conexiones con el grupo terrorista ISIS aunque por la televisión norteamericana CNN, que el ataque no tenía motivaciones religiosas sino homófobas.