La Justicia belga rechaza la extradición del rapero Valtònyc

El rapero mallorquín asegura que llevará su caso hasta el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos para "demoestrar que en España no hay libertad de expresión"

Josep Miquel Arenas, conocido artísticamente como Valtònyc, abandonó el territorio español el pasado mes de mayo tras ser condenado por el Tribunal Supremo a tres años y medio de prisión. La razón, compartida por algunos y cuestionada por otros, fueron las letras de sus canciones: frases muy agresivas que tanto la fiscalía como los magistrados interpretaron como delitos de terrorismo, injurias a la Corona y amenazas. Unas cuantas semanas después el rapero aparecía en Bélgica. La Justicia española esperaba estos días su extradicción por parte de las autoridades belgas, pero un juez acaba de rechazarla.

En concreto, y según han comunicado los abogados del músico mallorquín, la Justicia belga ha dicho no a la orden europea de entrega emitida por el Tribunal Supremo español al considerar que los delitos por los que fue condenado en España no tienen equivalencia en la legislación belga. Aseguran, además, que las letras de Valtònyc no están relacionadas de ninguna forma con el terrorismo y que forma parte del libre ejercicio de su libertad de expresión. La Justicia española puede presentar todavía un recurso de apelación, pero tanto el propio rapero como sus abogados celebran la decisión del magistrado belga.

"Queremos dar a las gracias a la Justicia porque han actuado de acuerdo a derecho. Los hechos por los que Josep fue condenado en España, en Bélgica se considera que con conductas atípicas y por lo tanto se rechaza su extradicción. Imaginamos que el fiscal belga la va a recurrir, pero evidentemente lo que ha manifestado el juez es algo muy claro: es libertad de expresión y ninguna de esas frases de las canciones tenía ningún contenido criminal", ha explicado el abogado Gonzalo Boye a la salida del Tribunal belga. Valtònyc, por su parte, asegura sentirse feliz y libre, y ha comunicado que llevará su caso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos para "demostrar que en España no hay libertad de expresión".