La Increíble Historia Del Hombre Que En Lugar De Ojo Tiene Una Cámara

Se llama Rob Spence, tiene 43 años, es canadiense y se llama a sí mismo Eyeborg. Cuando era pequeño, concretamente a los nueve años de edad, perdió un ojo. Fue al intentar disparar una escopeta. El accidente le costó muy caro. Desde entonces ha vivid

Se llama Rob Spence, tiene 43 años, es canadiense y se llama a sí mismo Eyeborg. Cuando era pequeño, concretamente a los nueve años de edad, perdió un ojo. Fue al intentar disparar una escopeta. El accidente le costó muy caro. Desde entonces ha vivido con un globo ocular a modo de sustitución, aunque muchas veces, por comodidad, lo veréis con un parche negro tapándole su ojo derecho.

Ahora, 34 años después del incidente, ha decidido darle una utilidad a la cavidad que dejó su ojo. Por muy extraño que parezca, le ha parecido interesante ponerse una micro-cámara inalámbrica en forma de ojo biónico y así grabar lo que “ve”. Esta acción no es tan disparatada si se tiene en cuenta que es cineasta-documentalista. Es decir, que es tan apasionado por lo que hace, que va más allá de su integridad física. Incluso, la cámara la ha creado él.

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La cámara incrustada en el ojo se ve como una prótesis regular y se la puede poner y quitar siempre que quiera. Por el momento, el dispositivo no está conectado a un nervio óptico, por lo que Spence no puede ver con él. Como consecuencia, está equipado con un micro transmisor de radiofrecuencia que conecta lo que el ojo “capta” para ser reproducido en tiempo real en un monitor portátil o guardar la información en un ordenador.

Su cámara-ojo es capaz de grabar hasta tres minutos de vídeo. Luego empieza a recalentarse y, por motivos tecnológico-saludables, debe ser removida de la cuenca ocular. Spence ante este pequeño inconveniente, en su web The Eyeborg Project, defiende que "es tiempo suficiente para llevar a cabo entrevistas íntimas y sin equipos de gran volumen que estorban a los entrevistados durante el documental”. No obstante, espera y sueña que, en tan sólo unos meses, desarrolle un ojo-cámara que pueda grabar durante varias horas y así superar los impedimentos técnicos actuales.

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Como cualquier tecnología de cámara oculta, el ojo-cámara de Spence ha empezado a ser cuestionado por su política de privacidad y seguridad. ¿Os imagináis que cualquier persona con sólo miraros ya os estuviera grabando y pudiera quedarse con esas imágenes para siempre? Por eso mismo, este invento, considerado como uno de los mejores por la revista TIME en 2009 cuando aún era un prototipo, crea disparidad de opiniones. Según Spence, inicialmente, dicen “wow, eso es genial” y después de unos instantes de reflexión concluyen, “¡pero eso es espeluznante!”

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Para celebrar el lanzamiento del aclamado videojuego Deus ex: human revolution, su creador Square Enix encargó a Spence, el documental The Eyeborg Documentary, donde se puso sobre la mesa, el alcance y la capacidad de las prótesis humanas, la cibernética y el aumento de la población humana. Y es que, inventos como los del ojo-cámara ponen de manifiesto que la especie humana va hacia la hibridación hombre-máquina para combatir la pérdida de facultades tanto físicas como mentales.

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