En España hay unos 60.000 menores enganchados a las apuestas sin diagnosticar

La ludopatía o adicción al juego no necesita ninguna sustancia, pero te lleva a mentir, a robar y a poder perder tu trabajo, tu dinero y tus relaciones

España es el país con una tasa más alta de ludópatas de entre 14 y 21 años, según estimó un psiquiatra experto en la materia al diario ABC, aunque faltan cifras concretas sobre la cantidad de menores adictos. Eso sí, 500.000 menores de edad habían apostado alguna vez durante el año 2019, según contó en su día RTVE.  La Federación Española de los Jugadores de Azar Rehabilitados cree que existen en España medio millón de ludópatas sin diagnosticar y estiman que unos 60.000 podrían ser menores de edad. 

Esta misma pataforma describe la ludopatía como “una alteración progresiva del comportamiento por la que siente una incontrolable necesidad de jugar, menospreciando cualquier consecuencia negativa”. Es una de las adicciones en las que no se consume ninguna distancia, aunque puede ir acompañada del consumo de alcohol, tabaco o drogas. 

Llega un momento que el juego pasa por encima de todo y genera una pérdida de control total. Entre los problemas habituales están los engaños a familiares amigos, la recaída en el juego para recuperar el dinero perdido y para escapar de otros problemas o las necesidades crecientes de jugar.

La apatía y la depresión, la baja autoestima y el sentimiento de culpa, y la tensión e ideas suicidas son las peores consecuencias psicológicas. Estas pueden acabar generando problemas somáticos como dolores de cabeza o náuseas. En el área familiar, las mentiras y el deterioro de la comunicación y la confianza son frecuentes. Grandes deudas, incumplimiento de pagos y empobrecimiento afectan a lo económico. Aislarse, perder todos los hobbies y aficiones, desvincularse de amistades son algunas de las consecuencias sociales. 

Y faltar al trabajo, disminuir el rendimiento o perder la atención son las consecuencias en lo laboral. Cometer delitos, como robos o hurtos y otros problemas judiciales son consecuencias también en el área legal. La ludopatía, en fin, es un pozo de problemas que se alimentan unos a otros, un bucle negativo que ha generado grandes debates sobre su legislación y la permisividad con que haya casas de apuestas. El pasado mes de agosto, entró en vigor la regulación de la publicidad de apuestas del gobierno español para que solo pueda verse por televisión de madrugada y para que los equipos deportivos no puedan llevar publicidad de apuestas en sus camisetas. 

Son varios los centros terapéuticos en España que atienden a menores de edad con estos problemas. A los 14 años, tu mente en formación es más vulnerable para caer en estas adicciones. Es por eso que muchxs vecinxs se quejan de que pueda haber casas de apuestas cerca de los institutos. Los nervios, las mentiras y la necesidad de apostar cantidades cada vez mayores son algunos de los avisos de alerta.