Hay empresas que te organizan tu propia desaparición si quieres cambiar de vida

Son los johatsu, personas hartas de su vida que quieren empezar de cero, ya sea por deudas o porque son víctimas de abuso hartas de la inacción del gobierno japonés

Cada año desaparecen miles de personas en Japón. Y aunque la mayoría son por secuestros o asesinatos, hay un sector muy importante, alrededor de unas 11.000 al año, que lo hace por voluntad propia: son los johatsu, las personas evaporadas, aquellas que organizan su propia desaparición porque se ven atrapadas en una vida que no merece la pena vivir y de la cual no pueden escapar. Es algo tan común que hasta han aparecido empresas que te ayudan a montar tu propia desaparición en una sola noche, dejándolo todo atrás logrando que nunca nadie más vuelva a saber de ti.

“Mi clienta no puede más con su vida y quiere algo mejor para sus hijos”, explica Miho Saita, organizadora en una de estas empresas de secuestros, en un reciente documental de Al Jazeera. Mientras empaqueta lo esencial de esta mujer y sus hijos, víctimas de violencia de género, que no quieren seguir viviendo a la sombra de la violencia de su marido, asegura que “el Estado no da una solución, no castiga al marido ni lo persigue, así que nosotros la ayudamos a huir”. Saita cree que, debido a la inacción política de Japón para combatir la violencia contra las mujeres y la un reciente documental en el país, su trabajo es necesario. “En menos de dos horas estamos listos para darle una nueva vida donde su abusador nunca más la vuelva a encontrar”.

Saita no quiere dar demasiados detalles de su actividad profesional para proteger tanto la identidad de sus clientes como la suya, ya que su negocio está perseguido legalmente. “Yo no considero que lo que hago sea ilegal. Ayudo a personas que necesitan ayuda y no la reciben”, añade. Además, se proclama como una trabajadora ética, porque en su caso solamente atienden a personas sufriendo abusos, los cuales suponen uno de cada cinco casos de johatsu, según la estadística de las organizaciones de personas desaparecidas en Japón. “Normalmente los johatsu son personas que huyen por causas económicas. Porque tienen deudas grandes y no quieren pagarlas. Nosotros no, solamente ayudamos a víctimas a escapar”, concluye.

El documental le da la razón: su misión “ética” no es la habitual, ya normalmente estas desapariciones están más asociadas con el dinero. “Empecé a perder dinero en mi negocio familiar. No podía afrontar las deudas, así que desaparecí, escapé. Me supo muy mal dejar a mis hijos atrás… no sé cómo estarán afrontando los problemas económicos”, explica otro entrevistado, Sugimoto un nombre falso que organizó su propia desaparición porque “estaba cansado de intentar triunfar y fracasar económicamente”, así que dejó a sus tres hijos y mujer y un día fingió que se iba a trabajar y no volvió más.

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Una vez desaparecidos, estos johatsu viven en apartamentos pequeños. Su nueva vida es austera y modesta, pero también libre de responsabilidades. Tienen recomendado no usar demasiado internet, para no llamar la atención para que no los descubran los que formaban parte de su anterior vida, explica la periodista Léna Mauger en un libro sobre ellos. Por supuesto, el problema está que con Internet cada vez más presente en nuestras vidas tienen más difícil lo de desaparecer sin dejar rastro.

Pero, a pesar de todo, el fenómeno johatsu sigue siendo una realidad muy actual. Como explica Xataka, es en parte gracias a que la ley japonesa pone el derecho a la privacidad por encima de todo por lo que, aunque denuncies su desaparición que la mayoría no lo hace por vergüenza social, el gobierno no te ayudará demasiado a encontrar a estas personas. Por eso, ha surgido un negocio paralelo al de las empresas de desaparición: los buscadores de personas. Detectives privados que rastrean todo el país para encontrar la nueva ubicación del desaparecido y hacerlo responsable de sus deudas o traerlo de nuevo a casa, aunque ellos no quieran afrontarlas.